La falta de servicios lastra el emprendimiento rural

I.M.L.
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Emprendedores de las comarcas de Ribera del Duero, Arlanza y Sierra de la Demanda participan este fin de semana en un programa pionero de mentorización para conseguir sacar adelante sus proyectos

El Hotel Prado de las Merinas de Caleruega es el escenario de este maratón de emprendimiento de la Revuelta Rural, en el que una treintena de proyectos comparten retos y experiencias. - Foto: I.M.L.

La puesta en marcha de una empresa es ya de por sí un reto duro de afrontar, que en el medio rural se convierte en una carrera de obstáculos en la que el más difícil de salvar es el de la falta de servicios. Bien lo saben los participantes en el maratón de emprendimiento Revuelta Rural que se celebra este fin de semana en la localidad ribereña de Caleruega, en el que participan medio centenar de jóvenes empresarios de las comarcas de Ribera del Duero, Sierra de la Demanda y Arlanza. De la mano de sus respectivos grupos de acción local, colaboradores junto con la Diputación de Burgos en esta iniciativa pionera de Rural Talent para crear una incubadora de empresas, los asistentes participan en grupos de trabajo y actividades para conformar un plan de empresa con visos de materializarse con éxito en un futuro a corto o medio plazo.

Más allá del laberinto burocrático y de la muchas veces imprescindible financiación externa, aquellos que se plantean emprender en el entorno rural tienen que hacer frente a la falta de servicios para el día a día. «Si queremos que alguien venga a hacerse cargo de un negocio rural tenemos que darle servicios; si tengo vivienda y trabajo pero no tengo colegio, o si tengo colegio pero no vivienda, nos quedamos cojos, es un círculo que está todo relacionado», reconoce Óscar Izcara, presidente de Agalsa Sierra de la Demanda. Este grupo de acción local ha llegado a acudir a ferias inmobiliarias a nivel nacional para dar a conocer la oferta habitacional que tienen en su entorno. «Tenemos 300 casas en un pequeño filtro que hemos hecho en la Sierra de la Demanda, sí hay vivienda pero no tenemos el canal de comunicación para que llegue al demandante», explica Izcara.

En el caso de estas tres comarcas burgalesas, seleccionadas para participar en esta iniciativa nacional junto a otras en Galicia y Aragón, los proyectos seleccionados se encuadran en áreas consideradas clave por los tres grupos de acción local participantes. En concreto, el foco se ha puesto en la transformación agroalimentaria, los servicios y tecnología para el sector primario, la producción y comercialización ecológica, la energía, el turismo de experiencia y su comercialización en nuevos mercados, junto a proyectos que mejoren los servicios a la población.

A lo largo de esta primera jornada del maratón de emprendimiento, los participantes trabajaron en diferentes mesas y dinámicas de grupo para desarrollar su plan de empresa, con el apoyo de seis mentores en áreas tan diversas como innovación, turismo y sostenibilidad, comunicación, y asesoramiento legal y financiación. «Tal y como se ha planteado la iniciativa está genial, porque es una forma de conocer iniciativas e ideas que se están llevando a cabo en otros lugares que se pueden exportar a otras comarcas, porque somos una provincia y no podemos trabajar como islas, cada uno de una forma distinta», destaca Gustavo García, vicepresidente de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa, comarca con mayor representación entre los participantes en esta cita de emprendedores rurales. García insiste en que «bajar estos proyectos al territorio es empoderar a los propios emprendedores y a todo el entorno», porque cualquier proyecto de éxito repercute en la economía y el nivel social de las comarcas ubicadas en el entorno rural. 

Con la pandemia, la vuelta a los pueblos se postuló como una alternativa de futuro que, con los pies en la tierra, no todo el mundo considera factible que se convierta en un revulsivo para la economía y la población de comarcas como las del sur de la provincia. «Sé que puede resultar poco popular, pero no creo que se pueda repoblar la que han bautizado como España vaciada, las nuevas generaciones prefieren vivir en ciudades más grandes, aunque tengan su negocio en el pueblo, por eso hay servicios que van a ir dejando de ser necesarios en estas localidades, como los colegios e institutos, por la falta de niños», argumenta Leopoldo López, presidente de Adecoar, que tiene su ámbito de influencia en la comarca del Arlanza. López apuesta por tener una economía fundamentada en la cultura y las tradiciones de cada zona, por ser lo que diferencia unas de otras, ya sea en el sector turístico o en el agroalimentario, que son los más presentes en el ámbito rural.