Alerta roja por la degradación de los muros de madera y tierra

R.E. MAESTRO
-

La tesis doctoral de Alicia Hueto, de la Universidad Politécnica de Valencia, concluye que el 96% de los muros mixtos analizados en la provincia sufre daños, principalmente por erosión atmosférica y alteración cromática y deshidratación

Alerta roja por la degradación de los entramados de madera y tierra.

Un armazón estructural de madera junto con otros materiales que permiten el cerramiento, el revestimiento y el aislamiento forman los denominados muros mixtos. Sin embargo, a este tipo de construcción no se le ha prestado tanta atención históricamente como a otros y en la provincia de Burgos se pueden encontrar numerosos ejemplos. Alicia Hueto, de la Universidad Politécnica de Valencia, ha querido investigar sobre ello y ha dedicado su tesis doctoral al tema con el objetivo de «poner en valor» esta arquitectura tradicional que tanto reclamo tiene en países como Francia o Alemania. Y entre los 225 muros analizados en 45 pequeños pueblos burgaleses ha concluido que hasta el 96% presenta alguna degradación material, una auténtica alerta roja.

El estudio de Hueto, elaborado junto a Fernando Vegas, Camila Mileto y María Lidón de Miguel, se enmarca dentro de una amplia investigación realizada en todo el país. En el sur apenas se encuentran ejemplos de este tipo, mientras que el medio rural burgalés merece un apartado especial dentro de la investigación al convertirse en el lugar del país donde más ejemplos se han localizado. Pero no todas las zonas de la provincia cuentan con la misma cantidad de este tipo de construcciones. En Bureba, Merindades, La Demanda, Montes de Oca y Condado de Treviño se aglutinan la mayoría. «Incluso en el entorno del Duero también hay, no solo se encuentran en zonas de sierra», aclara Hueto.

En los pueblos burgaleses los elementos que más se han detectado para combinarlos con la madera son el adobe y el tapialete, una técnica que consiste en verter tierra, yeso y cascotes en un encofrado y que se queda duro formándose así una masa. En el entorno de Covarrubias, Condado de Treviño y La Demanda hay más adobe, mientras que en Bureba y Montes de Oca predomina el tapialete. En cambio, en el caso de la Ribera ya tienen una geometría más similar a la observada en Valladolid. Se evidencia, por tanto, que existe una gran conexión con los territorios de alrededor y de ahí que en la provincia se localicen técnicas tan diversas.

Alerta roja por la degradación de los entramados de madera y tierra en la provincia de Burgos. Alerta roja por la degradación de los entramados de madera y tierra en la provincia de Burgos.

La falta de conservación de las viviendas unida a los factores meteorológicos causa ese elevado porcentaje (96%) de degradación material. «La madera y los rellenos de tierra son muy débiles a agentes atmosféricos como el sol o a la lluvia, por lo que exigen un mantenimiento», explica Alicia Hueto. Dentro de las causas de la degradación material se han analizado hasta 27 fenómenos diferentes, llegando a la conclusión de que las patologías más comunes resultan la erosión atmosférica de los rellenos (68,95%) y la alteración cromática y deshidratación de la madera (79,6%). De esta forma, los agentes atmosféricos como el agua, el viento, el sol o la temperatura tienen una incidencia fundamental para generar esos daños.

Una gran parte de esos problemas de degradación material han acabado originando posteriormente problemas en la estructura. Hasta el 61,8% de los casos estudiados presentaban lesiones estructurales, es decir, tensiones excesivas. El porcentaje de casas abandonadas también tiene un peso especial e influye directamente en la conservación de las casas de este tipo. De hecho, el dato general que poseen para todo el país refleja que  un 20% casos parecen continuamente habitados, otro 20% parecen ser segundas viviendas y más de un 50% se encuentran aparentemente sin uso. «Hay un problema de despoblación importante en toda España y a Burgos también le afecta, lo que perjudica directamente a esta arquitectura porque los edificios se abandonan», explica.

Sin embargo, la alerta roja por la cantidad de muros mixtos en mal estado resulta reversible. «Una de las ventajas es que son estructuras hechas en seco y no como un muro de hormigón, por lo que se puede desmontar y sustituir las zonas dañadas sin tener que tirar todo el muro», argumenta Hueto. Eso sí, considera que lo más adecuado para hacer esos cambios pasa por sustituirlos por otros elementos de madera lo más parecidos posibles.

Las transformaciones que se han hecho históricamente probablemente no hayan sido las más adecuadas y eso precisamente se analizará con detenimiento en un nuevo estudio. Muchos de los rellenos se han sustituido por ladrillo industrial o se han colocado morteros de cemento que no ayudan a la transpiración y crean problemas de humedad. Por tanto, una vez que se conocen cuáles resultan los mecanismos de degradación más comunes y cómo se ha intervenido, ahora se plantearán las estrategias de intervención más correctas.

Urge una normativa. La falta de protección de este tipo de construcciones con madera y tierra se alza también como uno de los grandes inconvenientes, ya que no se le da la importancia suficiente a este tipo de arquitectura. «Hace falta una normativa que los proteja y ayudas para la gente que tiene este tipo de casas», defiende la autora de la investigación. En ese sentido, también resultará necesario un conocimiento  amplio por parte de técnicos, albañiles y artesanos para no cometer errores a la hora de ejecutar las reformas.

La investigadora Alicia Hueto destaca que en algunos puntos sí se han sabido poner en valor estos entramados, como por ejemplo en Covarrubias o Frías. En la villa rachela lo han conseguido proteger, mientras que menciona que en otros pueblos cercanos como Retuerta no lo han conservado pese a tener también un gran patrimonio. Así, una protección ayudaría en gran medida a su cuidado. «No solo sirve decir que se conserve, he viajado mucho y la gente de los pueblos comentaba también que no tienen medios, las autoridades deben dar facilidades y ofrecer el conocimiento técnico necesario para hacerlo bien», argumenta.

Para Alicia Hueto este análisis también le ha permitido regresar a su tierra, ya que es de Vitoria y su pueblo está en el Condado de Treviño. Una fantástica oportunidad que con la que se ha acercado a su tierra con un estudio inédito.