Burgos Confort, propietario de la nave alquilada a la cadena de comida rápida Burger King en el complejo Plastimetal, ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Primera Instancia Número 8 de Burgos en defensa de los intereses de la franquicia (que son también los suyos) y contra la comunidad de propietarios de este espacio comercial del barrio de Gamonal por la prohibición que estos mismos han impuesto de impedir que el negocio esté abierto más allá de las 10 de la noche, los festivos y la gran mayoría de los domingos del año.

Los demandantes argumentan que la actividad de Burger King exige que el local pueda estar abierto de lunes a jueves hasta las 11 de la noche (una hora más que en la actualidad), los viernes y sábados hasta la una y media de la mañana y poder desarrollar su actividad los domingos. El complejo Plastimetal sí abre aquellos domingos que el convenio del comercio permite hacerlo (unos 10 al año), pero la multinacional no lo hace ya que, según el letrado que defiende sus intereses, el inicio del procedimiento judicial ha bloqueado también esta posibilidad.

No solo creen que se están viendo conculcados sus derechos después de tener todos los permisos por parte del Ayuntamiento, sino que avanzan que si la sentencia judicial les es favorable probablemente acudirán a los tribunales para reclamar daños y perjuicios por el tiempo que se les ha impedido tener abierto al público. Tanto por el dinero que han dejado de ingresar como por el daño que les ocasiona pagar a sus empleados por un horario que no realizan. Y la suma de todo ello, aunque no la precisan, sí aseguran que sería importante. Más aún cuando las últimas horas de la noche y los domingos y festivos son momentos para la cadena de gran facturación.

Con todo esto, lo dueños del local también quieren resaltar que en las últimas fechas han percibido un acercamiento por parte de la comunidad de propietarios del complejo de Plastimetal, en el barrio de Gamonal, que han convocado una reunión extraordinaria para esta semana en la que se abordará, como único punto del orden día, el contencioso que en este momento se dirime en el juzgado. De ahí que tengan la esperanza de que se pueda alcanzar un acuerdo entre las partes.

Instalar y sufragar un vallado. Lo que se ha ofrecido a la comunidad de propietarios es instalar y sufragar un vallado para que los clientes puedan entrar a Burger King más allá de las 10 de la noche, los domingos y los festivos y salvaguardar que nadie más (salvo los propietarios del resto de naves) pueda acceder al resto de las instalaciones. También se comprometen a hacerse cargos de esos costes extra y a reforzar la limpieza en el entorno. Porque aquí existe un cierto malestar por cómo algunos clientes, que no conocen las mínimas normas de convivencia, dejan el entorno.

En esta pelea judicial, la comunidad de propietarios ha aprovechado el pleito para denunciar que las 8 plazas de aparcamiento que se obligan a tener a Burger King para el desarrollo de su actividad se están utilizando para estacionar las motos de reparto y no se están reservando para la clientela.

El Juzgado ha pedido información sobre esta circunstancia al Ayuntamiento y desde el área de Licencias, tras cursar una visita a las instalaciones, se ha emitido un informe en el que se ratifica que se está incumpliendo esta exigencia por parte de Burger King, que abrió el local al inicio del verano pasado.

Este periódico trató, sin éxito, de conocer la versión de la comunidad de propietarios.