El inicio de la pretemporada del Burgos CF está a la vuelta de la esquina. El próximo lunes, 4 de julio, la pelota empezará a rodar y llegará la primera sesión de trabajo. Por el momento, a la dirección deportiva le queda mucho camino por recorrer para dar forma a la nueva plantilla. A día de hoy, son 16 los futbolistas con los que cuenta el primer equipo, aunque dos de ellos no entran en los planes del cuerpo técnico, Undabarrena y Malbasic.

Los casos de ambos futbolistas son diferentes, aunque ambos tienen contrato en vigor para esta campaña y Michu ya les comunicó después del partido ante el Girona su situación. El club quiere ser respetuoso con ambos y mientras formen parte de la plantilla serán uno más en todos los ámbitos.

Todo indica que los dos futbolistas están buscando la mejor salida posible, aunque el mercado no acaba de agitarse. Los dos tendrán pretendientes, aunque parece complicado que el capitán pueda encontrar acomodo en la Segunda División, categoría en la que debutó el pasado curso y en el que no ha tenido demasiadas oportunidades. El serbio puede tener más opciones de seguir en la Liga SmartBank, aunque por el momento parece que ninguno ha movido ficha.

La situación de Undabarrena ha sido incómoda desde el inicio del curso. En Segunda B fue un hombre fundamental en el esquema de Julián Calero y una pieza esencial en el vestuario, pero la pasada campaña cayó en el ostracismo.

Participó en 19 encuentros -17 de Liga y 2 de Copa-, aunque en muchos de ellos de forma testimonial, por lo que esta temporada solo ha acumulado 459 minutos sobre el verde, algo a lo que no estaba acostumbrado y que ha hecho que el vizcaíno lo pase mal esta temporada. «Hace años ya dije que no me importaría retirarme aquí y jugar toda la vida en el Burgos, pero habrá que valorar muchas cosas y hablar. Veremos qué pasa», comentó tras el partido del Girona, el último de la temporada en el que tuvo 9 minutos.

El caso de Filip Malbasic es distinto. El Burgos apuró sus opciones el pasado verano para incorporarlo, pero no logró convencerle. Fue en el mercado de invierno cuando llegó a la disciplina blanquinegra. Parecía que se podía convertir en una pieza importante en el último tercio del campeonato liguero, pero no fue así.

Tuvo minutos casi nada más llegar, aunque estaba falto de ritmo y fuera de forma. Una vez que pasaron las semanas Calero llegó a señalar que podía ayudar mucho al equipo en los últimos partidos, pero tras ser titular ante el Almería no jugó ni un solo minuto en los últimos 4 encuentros.