Condenan por prevaricar al exalcalde de Quintana de los Prados

P.C.P.
-

Nicanor Fernández solo convocó una junta vecinal en 4 años, entre 2015 y 2019, y nunca presentó las cuentas anuales. El acusado aceptó su culpabilidad y alcanzó un acuerdo con la Fiscalía, que rebajó su petición de 10 años de inhabilitación a 6

El acuerdo evitó la celebración de la vista oral el pasado 16 de junio. - Foto: Valdivielso

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a Nicanor Fernández, exalcalde de Quintana de los Prados, a 6 años de inhabilitación para cargo público como autor de un delito de prevaricación administrativa mientras estuvo al frente de esta pedanía de Espinosa de los Monteros, entre los años 2015 y 2019, durante los que solo convocó una junta vecinal y nunca presentó las cuentas anuales. El acusado aceptó su culpabilidad y alcanzó un acuerdo con la Fiscalía, que rebajó su petición inicial de 10 años.

Se le aplica la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica, porque cuando cometió el delito «estaba diagnosticado de trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo, trastorno por el que se encuentra en tratamiento psiquiátrico y psicológico, afectando de forma relevante a sus facultades intelectivas», detalla la sentencia.

«Desde que tomó posesión como alcalde ni ha convocado sesión de la Junta Vecinal de Quintana de los Prados para la aprobación de ningún presupuesto ni rendido las cuentas anuales que de forma preceptiva debían presentarse por su parte», pese a conocer la obligación legal de hacerlo, puesto que al menos un vecino se las reclamó de manera insistente, existiendo numerosos requerimientos «tanto por parte del Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros, el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Cuentas de Castilla y León, como por la Junta de Castilla y León» para que cumpliera la ley.

La única junta que celebró con el teniente alcalde y el vocal fue en marzo de 2016, pero no para aprobar los presupuestos ni para adoptar ninguno de los acuerdos que necesitaban de este mecanismo para su aprobación.
Entre los hechos que aceptó,  se refiere además el nombramiento de una secretaria de cuya capacitación dudaba el Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros y que no acreditó. Posteriormente, esta falleció y se negó a nombrar a otra persona para ese puesto, pese a que así se lo requirieron desde el municipio. Tampoco pidió auxilio a la Diputación para esas funciones.