Fernando González Urbaneja

Cartas desde 44 leguas

Fernando González Urbaneja


La Catedral abierta

13/09/2022

El nuevo deán del Cabildo, responsable directo de la gestión de la Catedral (con mayúsculas por su naturaleza singular) defiende el carácter abierto del principal monumento de la ciudad. Así debe ser; la función litúrgica es esencial, forma parte de su naturaleza, pero no exclusiva. La Catedral es de todos y para todo lo que tenga valor cultural y ciudadano. Abierta y viva, actual. El VIII Centenario ha sido un éxito, un hito en la larga historia del templo que acertó a integrar en cada momento el espíritu del siglo. 

Cuando se diseñó a comienzos del siglo XIII constituyó un desafío, y los sucesivos añadidos y reformas otro tanto. Por eso ha sido actual a lo largo de los siglos y si quiere ser leal a su historia y designio no debe perder ese sentido de lo actual, de lo vivo. Hoy luce más que nunca, de día y de noche; y lo hará más con la nueva iluminación y con las mejoras permanentes e irrenunciables. 

Queda abierto el debate de las puertas de la fachada de Santa María, y para ello el deán promete trasparencia y diálogo; ofrecer toda la información, incluidas las puertas cuando Antonio López, que siempre trabaja despacio, entregue el encargo. En ese momento habrá que ver, comparar… y decidir. Las opiniones son libres y plurales, los gustos también. Además, hacen falta explicaciones, pedagogía y persuasión. Y asumir algún riesgo que forma parte de la naturaleza de la Catedral. Riesgo fue construir el cimborrio y, más aun, reconstruirlo cuando se derrumbó. Requirió un esfuerzo colectivo. Riesgo fue derruir el palacio episcopal y hoy nadie nota su ausencia.
Las actuales puertas no añaden nada, no dicen nada. Las propuestas arrastran polémica, debate, preguntas e incluso críticas. Solo por eso tienen el valor de lo arriesgado, de lo actual. Al menos hay que darlas el beneficio de la duda, la oportunidad de verlas y de imaginarlas en el lugar para donde se están fundiendo. El carácter de catedral viva y abierta es irrenunciable, el tiempo no se detiene y actualizar es un deber.