«La arquitectura debe ser inspiradora»

R.P.B.
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Lleva años triunfando lejos de casa, con impresionantes proyectos por todo el mundo. Uno de los últimos no puede ser más ambicioso e increíble: está diseñando una ciudad en Marte. Nada menos.

El arquitecto burgalés Alfredo Muñoz, en su estudio. - Foto: Abiboo Studio

Es un fenómeno de la arquitectura este burgalés del 79. Ha realizado proyectos en los cinco continentes y está inmerso en uno fabuloso, increíble, formidable: el diseño de una ciudad autosuficiente en Marte, nada menos. Alfredo Muñoz es tan culto como humilde. Y su discurso destila humanismo y sencillez.

Lleva años siendo un arquitecto referente y éxitos a nivel internacional. ¿Fue imprescindible salir de España para triunfar?

A mí me ayudó. No creo que sea necesario salir de España para triunfar en una industria. En mi caso me sirvió para aprender otras maneras de trabajar y de vivir. Creo que el viajar ya no sólo permite tener una visión diferente a nivel profesional, sino también personal. Ese enriquecimiento es importante. Y si viene de culturas tan diferentes como Japón, Oriente Medio, India oEstados Unidos... Al final, la creatividad va muy de la mano de pensar de manera diferente y de saber conectar puntos.Si tienes experiencias diversas en culturas diferentes, la posibilidad de conectar puntos es diferente. Creo que viajar siempre ayuda a tener ideas y a innovar. Al mismo tiempo, tuve la fortuna de trabajar en España con grandes arquitectos. Y lo mismo en Japón y en Estados Unidos. Eso me permitió acercarme a la profesión de una manera diferente. 

Esa idea del viaje, de conocer nuevas culturas y territorios, entronca con la tradición de los arquitectos de finales del XIX y de principios del siglo XX... 

De hecho, es una cosa que en la carrera de Arquitectura se nos insiste mucho: el viaje como herramienta para aprender arquitectura.El nacimiento Le Corbusier como arquitecto se produjo durante un viaje que hizo a Europa; Louis Kahn era un arquitecto bastante mediocre en Estados Unidos que, cumplidos los 50, se dedicó a viajar por el mundo y fruto de aquella experiencias surgieron grandes ideas. Louis Kahn me parece el arquitecto más fascinante del siglo XX. Es la idea del arquitecto como un buscador de experiencias.

Luego está la voluntad personal.

Claro. La profesión está muy bien, pero la vida es más importante, el desarrollo personal va muy de la mano de las ganas de conocer cosas. Yo he crecido mucho a nivel personal por haberme decidido a viajar mucho. Si no, hoy sería una persona muy diferente.

Es usted, además, un arquitecto que investiga, que explora nuevos lenguajes, formas, horizontes. Como una suerte de alquimista del siglo XX que mezcla arquitectura, ciencia...

Yo siempre he pensado que la arquitectura es un lenguaje para poder innovar. Pero, al mismo tiempo, hay muchas cosas asociadas a la creatividad que no son directamente arquitectura pero en las que podemos aportar. Hace ya siete años empecé a meterme con el diseño de productos, patentes... La arquitectura nos da una serie de herramientas que pueden ser útiles, innovadoras y bellas pero también se pueden desarrollar trabajos relacionados con espacios en ambientes extremos, como es el caso del proyecto de la ciudad de Nuwa en Marte. Todo ello vincula la tradición arquitectónica, la búsqueda de generación de espacios viables económicamente y autosuficientes con la tecnología. Lo que estamos buscando con este proyecto es un metaverso, una realidad paralela. Lo hacemos con Onteco, que es el concepto grande en el que está integrado el proyecto Nuwa. Lo estamos llamando Futuverso: una realidad paralela en un mundo virtual que simula algo que va a existir en un futuro. Trabajamos con científicos que estudian sistemas de vida y con gente de la NASA para generar soluciones en Marte que sean viables a corto plazo. Yendo muy de la mano de la arquitectura, se tocan otros temas: productos, tecnología, realidad virtual, realidad aumentada, investigación multidisciplinar...Es estar expuesto a distintas ideas.  

¿No complica eso en demasía su trabajo? ¿Usted duerme?

¡Antes dormía menos, ahora algo más! Al contrario, no lo complica. Lo enriquece. Es lo mismo sucede con los viajes. Si estás expuesto a ideas muy diferentes, automáticamente pueden surgir ideas innovadoras. Trabajar con gente tan brillante en campos tan diferentes, se aprende de cosas que no conoces y en un trabajo conjunto es muy enriquecedor.La arquitectura es como el director de orquesta y de cine: entender hacia dónde se va, hacer muchas preguntas... Lo que intento evitar es la endogamia de la arquitectura. 

¿Qué debe aportar la arquitectura a la sociedad?

Ser una búsqueda de soluciones, dar respuesta a los problemas actuales desde la sociedad, ya sea a pequeña escala -como una familia o un individuo-, o a gran escala -como puede ser una ciudad-, de una manera sostenible. Sostenible no sólo en relación al medio ambiente, sino también a nivel económico. De manera que sea inspiradora para generaciones presentes y futuras. Ahí es donde entra la combinación entre ciencia y arte. La arquitectura de verdad debe ser inspiradora.

¿Es posible una arquitectura más humana y sostenible, una arquitectura de calidad, sin grandes presupuestos?

Sin duda. Creo que, de hecho, la arquitectura de calidad no debería tener grandes presupuestos. Si existen, bien, se acomodan. Pero la sostenibilidad son recursos. La arquitectura debe resolver las necesidades con los recursos disponibles, debe adaptarse. Hay arquitectura fascinante sin grandes presupuestos. A finales del siglo pasado se llevó la arquitectura del 'star system', parecía que si no hacías un museo carísimo en una ciudad no se hacía buena arquitectura. Creo que fue una locura y trajo cosas negativas a la profesión. Pero ahora estamos de vuelta. 

Usted hace arquitectura de autor...

Sí, pero esa arquitectura de autor la integramos con los recursos que tenemos.Hemos hecho proyectos con mucho presupuesto (viviendas de superlujo para jugadores de fútbol o grandes empresarios) pero también viviendas de protección oficial, construcciones prefabricadas y ciudades enteras en países emergentes comoIndia, donde los presupuestos son limitados; viviendas para 50.000 personas con un presupuesto de 150 euros el metro cuadrado. ¿Aquitectura de autor? Bueno, sí.ABIBOO Studio intenta hacer cosas únicas desde el punto de vista de diseño, pero no tanto desde el punto de vista visual; nuestra arquitectura está más enfocada a los cinco sentidos, en generar algo holístico. No es una 'arquitectura instagram'.

Diseñar una ciudad para 50.000 almas... ¿No se siente uno un poco comoDios?

Nuestra labor es entender las necesidades del promotor, que es el que hace de Dios y ya tiene muchas decisiones tomadas. Pero donde sí nos estamos divirtiendo mucho es con el proyecto de Marte, porque estamos planteando cómo vamos a poder vivir allí.Tenemos que inventar todo: la arquitectura, la sociedad, la economía... Es fascinante porque allí no existe nada y los retos son todos. Hay que empezar de cero. El espacio va muy vinculado a la forma de vida, La autosostenibilidad o autosuficiencia es fundamental. En ese sentido, la labor del arquitecto es fascinante. Esa responsabilidad es enorme: hacer mejor o peor la vida de los demás.

Al margen del súperproyecto de Marte, ¿con qué otros está trabajando ahora?

Tenemos varios muy bonitos.Estamos haciendo un complejo residencial en Pune (India) de dos torres. EnAlabama estamos haciendo un complejo de hotelero y de restaurantes. Y con varios de vivienda unifamiliar, además de Onteco, que es la integración de la realidad virtual en Marte.Es un proyecto de gran calado.