Los buses de empresas piden poder circular por Burgos Central

L.M.
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Las Zonas de Bajas Emisiones son un punto estratégico de recogida de trabajadores y de paso hacia los polígonos industriales para las compañías

La Plaza del Mío Cid es uno de los puntos neurálgicos de las rutas privadas hasta los polígonos. - Foto: Luis López Araico

A diario son varios centenares los servicios privados de autobús que cubren las distintas rutas entre la capital y los polígonos -y viceversa- para llevar y traer empleados a sus puestos de trabajo. La potente industria que alberga Burgos tiene en el transporte complementario un importante apoyo para que los miles de ciudadanos acudan hasta las fábricas a diario.

Sin embargo, el sector está preocupado por la futura implantación de las conocidas como Zonas de Bajas Emisiones en el centro de la capital y sus alrededores. Cuando se superen ciertos límites de contaminación se podrá aplicar la prohibición de circular a los vehículos más contaminantes en tres zonas de la capital. Esta posible restricción al tráfico, según fuentes del sector del transporte burgalés consultadas por este periódico, tiene preocupados a los empresarios. Explican que si no pueden transitar por puntos tan emblemáticos como por la plaza de El Cid, el inicio de la calle Vitoria o la propia calle Santander o las inmediaciones del Museo de la Evolución Humana (zona básica) tendrán que completar un rodeoque hará completamente inviable las rutas que tienen diseñadas.

Es por ello que reclaman al Ayuntamiento que tenga en cuenta esta cuestión, máxime cuando en estos puntos tienen diseñadas numerosas paradas para que se monten y bajen empleados. Precisan que, de media, son más de un centenar los vehículos que salen a la carretera por cada turno de las fábricas, siempre con unos precios muy ajustados fruto de la competencia entre compañías. Explican desde el sector que si se ven obligados a modificar las rutas tendrán que aumentar el coste a sus clientes, lo que podría terminar repercutiendo en la supresión del servicio privado.

Desde el área de Ingeniería Industrial y Tráfico recuerdan que en estos momentos todavía se está elaborando el borrador de la futura ordenanza que la regule. «Articularemos todas las medidas y restricciones. Lo que hemos hecho hasta ahora es el proyecto técnico que va a posibilitar la restricción de zonas o el control de las matrículas autorizadas», explica el edil encargado, Adolfo Díez. Hasta el próximo 25 de julio, según se recoge en la página web del Ayuntamiento de Burgos, todos los ciudadanos, organizaciones y asociaciones pueden hacer llegar sus opiniones sobre esa futura modificación de la ordenanza de Movilidad Sostenible. «Según se vaya avanzando en la elaboración del borrador se tratarán diversos aspectos como el transporte público, la carga y descarga de mercancías o los servicios de transporte en autobús privados a las fábricas», apunta Díez.

A contrarreloj. El proyecto del Ayuntamiento para la creación de una Zona de Bajas Emisiones en la capital burgalesa, diseñado en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático y que teóricamente deberá de estar en marcha el 1 de enero de 2023, contempla hasta tres niveles distintos de restricciones al tráfico en los días de gran contaminación.

Las áreas de Ingeniería Industrial y Tráfico del Ayuntamiento de Burgos han diseñado hasta tres zonas en las que se podrá aplicar la prohibición de circular a los vehículos más contaminantes. Para vigilar que no haya quien burle este mandato municipal, lo que se hará es crear un total de 56 puntos de control en los que se colocarán 59 cámaras que leerán las matrículas y captarán en vídeo imágenes de los vehículos que pasan por esos lugares para, si procede, tramitar una sanción.