El centro de formación profesional que inauguró en Briviesca hace dos años el empresario andaluz Manuel Naranjo se abre camino e impartirá por primera vez un certificado de atención sociosanitaria en instituciones sociales. La alta demanda en la zona de trabajadores del sector ha provocado que la Junta conceda el permiso para que 15 desempleados reciban formación y, posteriormente, realicen sus prácticas.
El curso, con una duración de 370 horas de clase teórica y 40 de prueba, tiene el objetivo de preparar a quienes desean dedicarse profesionalmente al servicio y atención de personas con necesidades médicas y sociales primarias. Así, los alumnos recibirán nociones de cómo tratar asuntos como la organización de actividades en instituciones sociales, la higiene y el aseo de los pacientes y su entorno, la administración de alimentos y recogida, el apoyo psicosocial, la atención relacional o la gestión hospitalaria, entre otros, con la finalidad de prepararles y facilitar su labor al iniciar el trabajo. Para optar a formar parte del nuevo equipo, los interesados deben estar inscritos en la Oficina del Ecyl de la capital burebana, ya que la formación comenzará a mediados del mes de febrero.
A su vez, y por tercer curso académico consecutivo, otro grupo de estudiantes adquirirán nociones teóricas y prácticas de soldadura en un curso programado también a partir de febrero de 640 horas, casi el doble que los dos anteriores. Se trata de una formación muy demandada en el territorio que hasta el momento ha tenido «buena acogida y siempre se ha quedado gente en lista de espera para siguientes convocatorias», manifiesta el empresario. Otro de los éxitos de esta especialidad es que «en torno al 75% de los alumnos que hemos formado ha encontrado trabajo o se quedó en la empresa en la que realizó las prácticas», añade.
Sin embargo, Naranjo mantiene una espina clavada porque dos años después de la apertura del centro los desempleados de la zona todavía no puedan acudir a clases para conseguir la titulación en actividades auxiliares de almacén- certificado que solicitó para 2023 pero que la Junta no le ha concedido el permiso- docencia para la formación en el empleo, limpieza de locales y edificios, y otro de soldadura industrial.
El andaluz tampoco ha alcanzado otro de sus objetivos «teniendo en cuenta que la selección de los cursos y la concesión ha sido diferente a lo que veníamos acostumbrados», expone, de impartir en el centro de FP briviescano diferentes modalidades destinadas a personas que trabajen. «No tenía claras cuales ofrecería pero consistirían en certificados de menos horas en horario de tarde. Esperaré a la próxima ocasión ya que salta a la vista que las instalaciones más pequeñas poco tenemos que hacer contra las grandes, que se llevan la mayor parte de los certificados», manifiesta con cierta decepción.
Respecto a la creación de puestos de trabajo, el empresario ha contratado a dos docentes y simultáneamente trabaja en el lanzamiento de una campaña de promoción de su negocio, que no descarta cederlo para que otras instituciones impartan sus cursos.