Un viaje a la infancia

B.D.
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Más de 6.000 clicks de Playmobil se convierten en protagonistas absolutos de la muestra dedicada a este mítico juguete que se puede visitar hasta el 13 de enero en el Teatro Principal

La exposición, cuya entrada se destinará a niños vulnerables, consta de nueve escenas de diferentes temáticas, además de siete vitrinas. - Foto: Patricia

Con solo 7,5 centímetros de plástico duro desmontable y la configuración más simple que se pueda imaginar, resulta difícil pensar cómo este juguete ha llegado a convertirse en uno de los más vendidos de todos los tiempos y uno de los más longevos. Sin embargo, sus adeptos se cuentan por millones, y no solo a los más pequeños les gusta entretenerse con estas sencillas figuras. La afición por los clicks es también una distracción para los adultos, un hobby que comparten los socios de la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil (Burgos cuenta con casi una veintena de integrantes), que una Navidad más han llevado a la sala de exposiciones del Teatro Principal una muestra dedicada a este mítico juguete bajo el título 'Volvemos'.

Chema Alonso, miembro burgalés de la asociación, reconoce que la exposición, integrada por más de 6.000 piezas, es muy «atractiva» tanto para el público infantil como para los adultos, no solo por las temáticas y las escenas que representa sino por los detalles que esconde. De hecho, señala, es casi imposible encontrar a alguna persona que ronde los 40-45 años que no haya jugado con estos muñecos  durante su infancia y los recuerde con añoranza. De ahí que muchos de los que visitan la muestra rememoren las tardes después del cole disfrutando de caballeros medievales e imponentes castillos, de indios y vaqueros o de policías persiguiendo a delincuentes imaginarios. «La afición nace cuando eres niño pero de adulto es cuando realmente explotas ese apego, sobre todo porque dispones de dinero para poder comprar y ampliar la colección», destaca Chema Alonso, que para el montaje de 'Volvemos' ha contado con el apoyo de socios de Galicia, País Vasco, Valladolid y, lógicamente, de Burgos.

La exposición consta de nueve dioremas y cada uno de ellas representa una escena del mundo real a una escala mucho más pequeña, con todos sus detalles, colores y texturas. Las temáticas son medievales, navideñas, fantásticas o del oeste, escenarios donde los muñecos articulados de sonrisa perenne (que creó el alemán Hans Beck en 1974) cobran vida y dejan volar la imaginación.

En algunos casos, los clicks han sido customizados con la ayuda de las impresoras 3D al objeto de ofrecer al visitante algo más que la estética básica de Playmobil, explican desde la asociación de coleccionistas, cuyo deseo es reunir a tres generaciones, tanto a los padres que regalaban los primeros clicks a sus hijos, y que ahora son quienes los compran a los suyos. «Es un juguete que se transmite y se guarda», apuntan, al tiempo que señalan que se trata de figuras que se siguen fabricando en la actualidad sin apenas cambios.

La muestra permanecerá en el Teatro Principal hasta el 13 de enero y la entrada será un donativo de un euro, dinero que la asociación destinará íntegramente a organizaciones que tienen niños en exclusión social para que puedan comprar juguetes.  «El objetivo es llevar la sonrisa de los clicks a esos colectivos infantiles más necesitados de juguetes y de sueños», concluyen.