La situación del San Pablo se complica aún más con la derrota encajada ante el Coosur Real Betis, que llegaba al Coliseum como colista después de haber ganado solo dos partidos. Sin embargo, el cuadro andaluz encontró en tierras burgalesas la medicina que buscaba para seguir creyendo. El conjunto que dirige Salva Maldonado volvió a ser un equipo sin alma y en los momentos que tuvo que dar un paso hacia adelante no lo hizo. Su situación empieza a ser preocupante.
El partido transcurrió siempre con una enorme igualdad, pero fue en los últimos 10 minutos cuando se decantó hacia el lado verdiblanco. Las pérdidas y la toma de decisiones inadecuadas en ataque hicieron que a los de casa se les apagara la luz en el aro contrario, lo que dio alas a su oponente. En esta ocasión la final cayó del lado de su oponente y los azulones cierran el año con una dura derrota que hace que las dudas planeen sobre el conjunto castellano, que después de 15 encuentros solo ha ganado 4 y es penúltimo en la tabla.