El Recoletas Burgos Universidad de Burgos respira, y lo hace mucho más tranquilo que hace unas semanas, cuando los puestos peligrosos de la clasificación acechaban debido a un inicio de curso en el que las constantes indisciplinas se pagaban muy caras. La amplísima victoria protagonizada el sábado pasado en San Amaro frente a Les Abelles (68-31) permitió sumar unos puntos a los gualdinegros que les sitúan octavos en la tabla. En otras palabras, el equipo entrenado por José García ocupa, por primera vez desde que arrancó el curso, una de las ocho posiciones que dan derecho a disputar las eliminatorias por el título de la División de Honor. 

Después de más de 70 días sin hacerlo, el bando castellano jugó de nuevo como local y ofreció a los presentes un espectáculo que no se había visto en ninguno de los campos de la máxima categoría nacional hasta el momento. Anotaron 68 puntos con 10 ensayos incluidos, dos cifras que se convierten en el récord de la temporada para cualquier equipo, y por un margen amplio, pues la hasta entonces máxima anotación había sido la lograda por el Ampo Ordizia en la quinta jornada, cuando endosó 51 puntos al Grupo Intxausti Gernika.

No fue esa la única noticia positiva: Pablo Mata se convirtió en el segundo jugar de la cantera que debuta con el primer equipo esta campaña - el otro es Alejandro Sicilia-. Mata tuvo sus minutos en el cómodo triunfo local, en el que desarrolló la labor de ala pese a que su posición natural es la de medio melé. Coincidió en el campo con otro canterano como Fran Alonso.

El VRAC espera. Este sábado a las 16.30 horas el Aparejadores se mide a un grande en horas bajas, el VRAC Quesos Entrepinares, al que aventajan en dos puntos y al que se podría enfrentarse Feta Casteglioni, que entrará en la convocatoria aunque seguramente no sea titular.