Los proyectos que quiere materializar la Universidad de Burgos no solo se concentran en la construcción de nuevas infraestructuras. Convertir el campus en un modelo de desarrollo sostenible es uno de objetivos del máximo responsable académico, Manuel Pérez Mateos, que ya avanzó cuando alcanzó el Rectorado a finales del año 2020. Las distintas acciones a desarrollar se concentrarán en un plan que incluye desde el urbanismo a la eficiencia energética, el consumo de agua y la economía circular.
El borrador de dicho programa ya está elaborado y la intención pasa por aprobarlo en Consejo de Gobierno en el mes de septiembre. Por el momento y falta de conocer su valoración económica, Pérez Mateos avanza que se colocarán paneles solares en todos los edificios de la institución, salvo en los que se encuentren protegidos como es el Hospital del Rey, a lo que se añade la aplicación de normativas para realizar un cálculo energético de los inmuebles, así como de los sistemas de ahorro.
Entre estas últimas se contempla el cambio de luminarias por luces LED, desarrollar una gestión centralizada de la iluminación exterior y mejorar la climatización de las instalaciones del campus. Para ello, se plantea zonificar los edificios tanto en lo referente a los sistemas de calefacción y aire acondicionado, principalmente en la Escuela Politécnica de la Milanera, a lo que se añade el encendido automático de luces. «Será un desembolso importante pero permitirá controlar cada estancia de manera independiente, ya que en ocasiones se pueden estar utilizando solo dos aulas y hay que encender la mitad del edificio, lo cual no tiene ningún sentido», explica, añadiendo también la implantación de una política de «seguimiento y control del consumo de agua que incluye el uso de contadores independientes».
En lo que respecta a la movilidad sostenible, la institución académica ha aprobado este año la instalación de un modelo de coches y motos eléctricas que permita unir los dos campus, el de San Amaro y el de la Milanera. Pérez Mateos precisa que las obras «están a punto de comenzar», al tiempo que anuncia más medidas en este sentido. Una de ellas es la colocación de marquesinas con cubiertas solares para la recarga de bicicletas y motos, que irán ubicados en la Facultad de Ciencias y en las dos sedes de la Politécnica.
Junto a estas acciones, la UBU ha diseñado otras de carácter divulgativo y de concienciación, que «son tan importantes o más que las infraestructuras». En este sentido, hace referencia al desarrollo de cursos, talleres y ponencias sobre el cambio climático, además de introducir criterios de promoción de la biodiversidad y del comercio junto en las contrataciones y elaborar un manual de gestión de residuos y su reciclaje.