Ni una sustancial rebaja de 2.000 euros al año ni lo que es más grave, la llegada del AVE y el consecuente aumento del flujo de pasajeros, han logrado despertar el interés de ningún hostelero por tomar las riendas de la cafetería de la estación de tren Rosa Manzano. De este modo, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se vuelve a mostrar dispuesto -una vez más- a una posible adjudicación directa a quien le presente una oferta.

Desde hace casi tres años, concretamente desde el 26 de diciembre de 2019, el recinto carece de un local en el que matar el tiempo mientras se toma uno un café o un pincho de tortilla. El único remedio es optar por las máquinas expendedoras, siempre que estén en funcionamiento. Varios han sido los intentos que ha llevado a cabo el Adif, dueño de la terminal, para volver a poner en liza este establecimiento. Sin embargo, todos ellos han terminado con el mismo resultado: ni un solo interesado. En el último concurso, que se abrió hace un par de meses, el Adif rebajó considerablemente el precio de explotación del negocio.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)