La economía del Ayuntamiento de Aranda mantiene su buena salud, a pesar de que en el último año haya incrementado su nivel de endeudamiento. Al concluir el año pasado, las arcas municipales debían 2,9 millones de euros por tres préstamos, lo que supone que la deuda por cada habitante era de 88 euros. Una cifra que ha crecido en 38 euros en el último año, ya que el endeudamiento al acabar el 2021 era de 1,6 millones, lo que suponía 50 euros a deber por cada habitante censado en la capital ribereña.

Unas cifras bajas, que se aprecian mejor cuando se comparan con otras ciudades de similar presupuesto y población, como es el caso de Miranda de Ebro, donde su Ayuntamiento tiene préstamos por valor de 16,6 millones de euros, lo que supone una deuda de 634 euros por cada mirandés.

En los últimos años, la política económica del Consistorio arandino se ha caracterizado por la contención en materia de endeudamiento. Hace siete años, las arcas municipales sólo debían 738.000 euros, manteniendo estable esta cifra hasta que en 2018 se pidió un préstamo a final de año por valor de dos millones, que se acabará de pagar en 2028. Entonces, la deuda creció hasta los dos millones y medio, bajando un cuarto de millón al año siguiente. La curva descendente de la deuda municipal se mantuvo hasta el año 2021, cuando se contrató el último de los préstamos contabilizados para extraer la cifra de la deuda viva municipal. Algo más de año y medio lleva el Ayuntamiento de Aranda pagando este préstamo, que fue de 2,9 millones y que acabará de pagarse en 2032. Esta operación de crédito es la responsable de que, después de tres años de ligero descenso, la deuda viva municipal haya sufrido un incremento este último año.

A estas cuentas públicas hay pendiente de añadir la última deuda contraída. Según el Presupuesto de 2022, varias inversiones estaban supeditadas a la petición de un préstamo de 3,7 millones de euros. Sin embargo, de esa cantidad no se ha llegado a formalizar todo, estimándose que se puede haber pedido en torno a 1,5 millones, según fuentes municipales consultadas por esta redacción. 

El préstamo venía a financiar parte de las obras de reurbanización de la avenida Castilla, por valor de 815.000 euros, que sí que están en marcha tras el modificado del proyecto, pero también la rehabilitación de la primera fase de los Jardines de don Diego, que ha quedado pendiente para comenzarse este año. Además se contemplaban las obras de mejora de la piscina cubierta, que se va a financiar con fondos europeos, y un sinfín de partidas menores para mejoras en instalaciones deportivas, material para las escuelas de música, cerámica y folklore, además de algunos de los proyectos planteados por Vox, que no se han ejecutado.