Leyre Fernández Muñumer lleva veinte años entre mercadillos y ferias haciéndose con tesoros y más tesoros. Lo que empezó siendo una actividad de fines de semana que combinaba con empleos en el sector sociosanitario y la venta por redes sociales ha acabado convirtiéndose hace pocos meses en una nueva empresa de artículos de decoración de segunda mano, vintage y antigüedades. La Itínere es una aventura a la que esta trabajadora nata llega con mucha experiencia y a la que se va a sumar también su pareja, Alex Población, quien acaba de pedir una excedencia en la multinacional donde trabaja en Vizcaya.
En abril de 2020, los propietarios de la nave que tenía alquilada en Zorrozaure, Bilbao, ya no quisieron renovarle el contrato y una vez superado el confinamiento comenzó la búsqueda de un gran almacén en Las Merindades. Leyre, afincada en Cebolleros, ya llevaba años volcada en la venta por redes sociales, Facebook e Instagram, además de en los mercados de segunda mano que se celebran los domingos en Medina de Pomar, Villarcayo y Espinosa de los Monteros o en los que ella misma organiza en Semana Santa en Frías, Oña, Quintana Martín Galíndez... La Feria de Antigüedades de Medina, ANTICO, también ha sido una de sus paradas obligatorias, así como ferias y desembalajes en diferentes puntos de España. Pero los clientes on line insistían en querer ver los artículos y en el parque empresarial del Valle de Tobalina encontró el espacio que necesitaba en una nave de alquiler propiedad del Ayuntamiento, su tabla de salvación después de mucho buscar sin éxito en la comarca.
Sus 250 metros cuadrados están ya atestados, así como otras lonjas solo de almacenamiento que tiene en otras localidades. Pero Leyre no para de viajar y viajar y acudir allí donde sus contactos le hablan de quienes desean deshacerse de todo lo que tienen en sus casas antiguas o tiendas que cierran sus puertas y venden a buen precio el stock que les queda. En Francia es donde encuentra las piezas más exclusivas y la mayor parte de los muebles. Viaja al país galo, al menos, dos veces al mes. Antes con una furgoneta. Ahora acaba de adquirir un pequeño camión que llega cargado hasta la gran tienda de Quintana Martín-Galíndez, que abre todos los sábados, de 12 a 7, y un domingo al mes. y es que estos dos emprendedores que acumulan muchas horas de dedicación a su negocio.
Buscatesoros itinerantes - Foto: A.C."El francés va con su Porsche Cayenne a los rastros. Venden, no tiran nada al punto limpio. No les da vergüenza mientras que aquí aún hay más reparo a vender y comprar segunda mano", cuenta Alex. Gracias a esa cultura en su tienda se pueden encontrar una estufa de leña La Salamandre, fabricada en París, o grifería de un château francés, una maravilla para quien cuente con un baño amplio.
De 5 a 450 euros. Leyre prefiere dar salida rápida a sus artículos, que quienes visitan su tienda y llegan de todas las provincias del País Vasco, La Rioja o Burgos, vean cosas nuevas cada vez. A su juicio, la gran cantidad de plataformas de venta en internet y los particulares han roto el mercado. Muchas tiendas de antigüedades echan el cierre y ella, en cambio, se acaba de lanzar. El secreto está en que mueve mucha mercancía a precios muy accesibles, desde 5 euros y que rara vez superan los 450, aún tratándose de muebles de calidad.
En La Itínere se encuentran desde los frascos de fórmulas magistrales del antiguo farmacéutico de Espinosa de los Monteros, López Sorron, a carritos de muñecas antiguos, paneras francesas de madera, sillas alfonsinas, espejos, lámparas... La lista es interminable. Leyre ayuda a los clientes con "muchas ideas para integrar los artículos en la decoración de sus casas".
Día a día cuelga novedades en sus redes, @laitinere, y con la llegada de Alex va a crear una página web que hasta ahora no ha habilitado por falta de tiempo para tenerla actualizada. Solo si está en Francia deja de promocionar artículos y, en muchas ocasiones, utiliza escenarios naturales de gran belleza para sus fotografías, desde las cascadas de Tobera, el castillo de Tedeja o Frías. Con ello atrae a clientes que, a la vez que visitan su tienda el sábado pasan el fin de semana haciendo turismo rural en el entorno. La idea es abrir más días a la semana en verano. También piensan en potenciar el alquiler de muebles y objetos para escaparates, atrezo de teatro o eventos. Alex cree que necesitarían "cinco empleados", pero para Leyre ampliar la plantilla aún es solo un "ojalá".