Los vecinos de Villatoro llevan tiempo reclamando el arreglo del acceso a la iglesia de San Salvador, a las afueras del barrio, debido al mal estado en el que encuentra. Sin embargo, cuando la petición se canalizó a través de la Junta del Distrito Periférico y el Ayuntamiento se puso a trabajar en el proyecto se comprobó que el terreno sobre el que se pretendía actuar no era de titularidad municipal, sino del Arzobispado de Burgos. 

El presidente del distrito, el concejal Adolfo Díez, abrió un expediente en el área de Urbanismo para empezar a dar los pasos necesarios y establecer un convenio de cesión del suelo y así poder actuar en el entorno y completar la urbanización. Una vez comprobados todos los extremos de la titularidad, el Ayuntamiento ha enviado una carta al Arzobispado cursando la petición para su estudio y posterior acuerdo. «El objetivo  es atender las demandas de los vecinos de Villatoro pero no podemos actuar en un espacio que no es de titularidad municipal y para ello hemos dado los pasos necesarios», indica.

Los responsables de los bienes patrimoniales confirman que han recibido la petición del Consistorio y las comisiones diocesanas ya la están estudiando. «Se está pendiente de recabar los informes preceptivos, lógicamente tiene que tener el visto bueno de la parroquia y todavía no hemos podido dar una respuesta al estar pendientes de algunos aspectos de la cesión», manifestó Rodrigo Saiz, responsable Jurídico Bienes Patrimoniales de Arzobispado de Burgos. 

No obstante, asegura que hay predisposición a la cesión pero deberá ser el convenio el que fije las condiciones que podrían pasar por alguna «pequeña obra» que necesita la parroquia. De hecho, en su día se habló de un acuerdo para que el Ayuntamiento afronte una parte de consolidación del muro del cementerio anexo al templo. «El Arzobispado es una administración y se está articulando el expediente para dar una respuesta». 

En este sentido, recuerda que la parroquia tiene poca capacidad económica para afrontar actuaciones urbanísticas de calado. «Así como para las iglesias de los pueblos existe el convenio de las goteras, las parroquias de antiguas localidades de Burgos y ahora barrios cuando tienen un problema no pueden afrontarlo si supone una gran inversión», añade. 

Por su parte, los vecinos del barrio llevan tiempo demandando un acceso digno al templo, dado que lo comparten vehículos y peatones y el que existe actualmente no es seguro. «Es una demanda anterior al funcionamiento de los distritos y cuando empezaron a funcionar estos se plasmó la petición por escrito. Si se hubiera tramitado antes, ya tendríamos el acceso hecho. Han tardado tres años en enviar la solicitud al Arzobispado», sostiene el presidente del Consejo de Barrio, Sergio Simón Portillo. En este sentido, recuerda que hay espacio suficiente para construir una acera por la que los feligreses accedan al templo con seguridad, además de mantener la entrada de vehículos.