La Catedral vuelve a la casilla de la desescalada, con todo lo que eso implica para el templo en vísperas de su ochocientos aniversario. La basílica cierra sus puertas a los visitantes y se centra únicamente en el culto y los trabajos de restauración durante los catorce días de restricciones a la movilidad aprobadas por la Consejería de Sanidad.
Dado que el cierre perimetral de la ciudad solo permite el acceso al templo a los burgaleses de la capital, el Cabildo ha decidido clausurar este servicio aprovechando también que los trabajadores de la plantilla no han salido por completo del ERTE. Los canónigos han valorado mantener unos servicios mínimos, pero reconocen que con la movilidad limitada y los contagios disparados de nuevo no merece la pena «por el bien de todos».
De momento el cierre está planteado mientras dure el confinamiento, es decir, hasta el 3 de noviembre (incluido), pero desde el Cabildo miran con preocupación la cercanía de esa fecha con el inicio del Año Jubilar, previsto para el día 7. Y no es para menos teniendo en cuenta que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, afirmó ayer que revertir la tendencia «va para largo». Si las medidas tuvieran que ampliarse, el Cabildo deberá estudiar si mantiene la apertura de la puerta del perdón (la de Santa María)para esa fecha y con ella la ruta por el interior del templo para obtener el jubileo o lo pospone unos días.
En cuanto al culto, el aforo pasa del 50% a un tercio, como exigen las autoridades sanitarias. Los horarios son los mismos, con tres misas entre semana en Santa Tecla y capilla del Cristo, cuatro los sábados y cinco los domingos.
El trasaltar, a punto. Lo que tampoco se detienen son las obras de restauración en el interior. Los andamios que ocultaban los relieves de la girola ya se han retirado y su presentación oficial estaba prevista para «los próximos días». Dadas las circunstancias y que en la ‘entrega’ de las obras debe estar presenta la Junta, que cofinancia su rehabilitación junto al Cabildo, de momento tendrá que esperar.
También sigue su curso la limpieza del retablo de la nave central, con la retirada en breve de la lona que lo cubre. La intervención está financiada por la Fundación VIIICentenario de la Catedral, que aporta 93.000 euros.