Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado mes de enero en Burgos a un hombre de 47 años acusado de tráfico de estupefacientes, eliminando así otro punto negro de venta de sustancias estupefacientes en la capital burgalesa. 

Inicialmente se investigó a otro varón, el cual, según las informaciones de que se disponía, se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes, y más concretamente a la de drogas sintéticas. Sin embargo, de forma inesperada, esa investigación se cerró con la muerte, por causas naturales, del investigado.

No obstante, los agentes abrieron otra vía de trabajo y continuaron con las pesquisas al detectar que otro hombre, compañero de piso del anterior y más tarde detenido, habría seguido con el negocio de la venta de droga, aunque esta vez la sustancia que comercializaba era marihuana.

Se puso en marcha un dispositivo de vigilancia sobre este varón, el cual usaba en sus desplazamientos el vehículo del fallecido. Los policías continuaron recabando información sobre el mismo y controlando sus movimientos con el objetivo de poder determinar su dedicación a esa actividad ilícita.

Finalmente, tras contar con evidencias probatorias de la actividad que este individuo estaba desarrollando, agentes de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Burgos, llevaron a cabo su detención cuando salía de un portal situado en una céntrica avenida de la capital, portando una maleta. En su interior llevaba 24 bolsas transparentes que contenían una sustancia vegetal, que por su aspecto y olor parecía marihuana.

Una vez pesada y analizada la sustancia intervenida, se constató que se trataba de 2.030 gramos de marihuana, cantidad suficiente junto a su presentación fraccionada que evidenciaba su destino a la distribución y venta entre consumidores. Una vez finalizados los trámites, el detenido pasó a disposición de la Autoridad Judicial.