Una pequeña 'Capilla Sixtina' en Valdeande

L.N.
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Tras años de suma dedicación, el profesor Eduardo Vicario descubre la autoría del retablo: "La firma tan clara de Soreda es un regalo"

Una pequeña ‘Capilla Sixtina’ en Valdeande - Foto: L.N.

Ya lo dice el refrán, quien la sigue, la consigue. Eduardo Vicario es un buen ejemplo. Este profesor de Historia lleva años y años intentando averiguar quién es el autor del retablo de la iglesia de San Pedro Apóstol de Valdeande, su pueblo. Reconoce que algunos días se apoderaba de él la desesperanza y que, incluso, llegó a pensar que quizá no lo descubriría jamás. Sin embargo, no se dio por vencido y, a base de comparar y analizar otros retablos renacentistas, fue atando cabos. Saltó de un archivo a otro. Consultó a expertos. Y, por fin, esa labor minuciosa ha dado sus frutos. 

Ahora, un Vicario pletórico comparte el hallazgo. Retira unas sillas, se agacha con sumo cuidado en la parte baja del retablo y apunta con la linterna. La evidencia no puede ser más clara. La firma del pintor Juan de Soreda llevaba ahí toda la vida y él la ha encontrado. 

"No esperaba una constancia tan directa. Por el estilo tenía casi la certeza de que pertenecía a Soreda, pero había que confirmarlo porque teníamos serias dudas con Pedro Berruguete", detalla. Tarea cumplida y con una satisfacción inmensa: "Porque es mi pueblo y porque le he dedicado mucho tiempo". De hecho, había soñado con este día, pero nunca pensó que estuviera tan cerca y que nadie lo hubiera visto hasta ahora. "Esa firma tan clara ha sido un regalo", agrega emocionado. 

Hasta llegar a este punto, el profesor ha ido dando pasos siempre con la convicción de que Valdeande atesora su pequeña Capilla Sixtina. Defiende que "era indudable" que el retablo cuenta con "un influjo italianizante brutal". No hay más que contemplar la tabla de la Resurrección, en la que aparecen cuerpos del sepulcro con un tratamiento anatómico y una musculatura "indudablemente miguelangelescos", con ausencia de ropaje idéntica a los ignudi que pintó el genio italiano. 

En la tabla de la prisión de San Pedro, continúa Vicario, hay otras tres esculturas que recuerdan a las alegorías de la aurora y el crepúsculo del sepulcro de los Medici, que también hizo Miguel Ángel. "Todo me encaminaba a la pintura italiana. Y es que la explosión de creatividad y dominio técnico de la Capilla Sixtina sentó cátedra para muchos pintores, así que quienes pintaron el retablo de Valdeande o habían estado en Italia o habían aprendido de Italia", dice. 

Iba perfectamente encaminado. De hecho, ha dado con el 'padre' a base de comparar con otros 'hermanos'. Ahí está, por ejemplo, el antiguo retablo de Tubilla del Lago, con tablas calcadas. También el de las Calderonas, Olivares de Duero o Sigüenza, en el que la técnica en la escena del calvario, atribuida a Soreda, "es clavada". Otra pista le llegó con el informe de la restauración que se hizo en 1992. Se decía que había firmas, pero no de quién. Misterio desvelado. "Es una suerte disfrutar de esta joya", concluye.