Como si de una estrella de rock se tratara y sin perder su sitio en los campos de Castilla, Presencio anda de gira. La localidad acapara focos. Virginia Villacisla convirtió a su pueblo en el protagonista de su proyecto Presencio & The Rural Kids, una colección de fotografías en las que recoge el día a día de unos jóvenes que pasan veranos y fines de semana en el lugar donde crecen sus raíces. Tras pasar por Espacio Tangente en la capital burgalesa y el Festival de Fotografía Emergente de Barbastro (Huesca), ahora se propone llevar esa frescura, desenfado y calma a Madrid. La Real Sociedad Fotográfica (calle Tres Peces, 2, Lavapiés) abre una ventana a esta realidad con una exposición que aguantará hasta el 5 de marzo. 

«Quiero mostrar cómo interactuamos la gente de mi edad con los espacios rurales que hemos heredado de nuestros padres y el cambio entre cómo lo habitábamos con 14 años a cómo lo hacemos ahora», explica la autora, para quien Presencio significa «veranos sin ley, amores de verbena, botellones en la tómbola... Es el modo en que los jóvenes, antes de convertirse en adultos con responsabilidades, interactúan con los espacios rurales heredados. Lo salvaje, lo instintivo, el frenesí, la libertad… Sobre todo significa crecer en comunidad en un lugar parado en el tiempo. Un lugar sin futuro pero que, extrañamente ofrece cierta seguridad, porque siempre ha estado y estará allí».