La calle San Julián quedará peatonalizada a finales de año

H. JIMÉNEZ
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El Ayuntamiento de Burgos concreta el proyecto, que costará 223.000 euros. Las obras se prolongarán tres meses, pero para su licitación aún deberá esperar a una modificación del presupuesto municipal

La vía comunica el bulevar (oficialmente avenida Valencia del Cid) y la calle San Pablo y tiene unos 150 metros de longitud. - Foto: Valdivielso

La calle San Julián, una vía de apenas 150 metros de longitud que comunica la avenida de Valencia (el bulevar del ferrocarril) y la calle San Pablo se cerrará al tráfico antes de que termine este año. Después de meses de espera el Ayuntamiento de Burgos ya dispone del proyecto necesario para acometer su peatonalización y, aunque tendrá que esperar a una próxima modificación presupuestaria para salir a concurso, su breve plazo de ejecución permite pensar en que podrán terminar en torno a finales del otoño.

El presupuesto de licitación será de 222.888 euros y saldrá con un tiempo de obras de solo tres meses. Se financiará con cargo a la modificación del presupuesto que se aprobará en el mes de abril, así que si los tiempos se van concatenando con rapidez podría quedar adjudicada en torno a junio y ejecutarse entre julio y septiembre, con el habitual margen de retraso que presentan la inmensa mayoría de las obras públicas.

La actuación sacará por completo los vehículos de esta calle, que no podrán estacionar ni circular salvo vehículos autorizados como los de emergencias o los accesos a los garajes existentes bajo las viviendas. Toda la vía estará al mismo nivel, incluyendo las entradas a los pisos y a las cocheras, tras la demolición de los actuales pavimentos de la calzada y la acera. El asfalto será reemplazado por un carril central de 3,5 metros de anchura reforzado con adoquines y dos aceras laterales de entre 2,30 y 2,85 metros de ancho, dependiendo del punto de la calle.

La calle San Julián cuenta desde hace meses con la condición de vial de coexistencia, que obliga a los vehículos a circular a un máximo de 20 kilómetros por hora. Tiene una señalización horizontal que así lo indica, pero a partir de su peatonalización se cambiarán las señales para advertir de la prohibición total tanto de circular como de estacionar.

Dos años esperando. La idea de ganar este espacio para los peatones se remonta a la primavera de 2020, cuando la concejala de Ciudadanos Rosa Niño lo llevó como proposición a un Pleno municipal. La iniciativa venía avalada por la opinión favorable del distrito sur y parecía bastante sencilla de ejecutar tal y como luego ha confirmado su presupuesto, pero primero la pandemia y después la lentitud municipal lo ha ido retrasando. El concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás, explica que la intención del equipo de Gobierno era haber acelerado el proceso mediante la llamada "tramitación anticipada" que habría evitado tener que esperar hasta la modificación presupuestaria, pero no fue posible porque no era un proyecto procedente del año anterior, pues no estuvo listo hasta el mes de enero.

En esta calle se ubica el colegio Nuestra Señora de Lourdes (Zapatitos), además de 8 portales de viviendas, 12 comercios y el centro de día de la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer. Para llevar a cabo su peatonalización habrá que eliminar media docena de plazas de aparcamiento.

Santa Clara necesita una vuelta. Situada en el entorno inmediato de la calle San Julián, otro de los puntos que está en el punto de mira del equipo de Gobierno para las próximas peatonalizaciones es la calle Santa Clara.

En su día ya fue objeto de pruebas durante la Semana de la Movilidad de 2020 y su cierre al tráfico parecía más inmediato, pero pronto se empezó a hablar de simplemente ensanchar la acera y ahora se comprueba que ni siquiera esto es tan sencillo.

Cuenta el concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás, que la propia estrechez de la calle lo complica y que para ganar espacio en favor del peatón habría que estudiar incluso una reorganización de los flujos de tráfico en el entorno de la calle Progreso.

La solución está "en fase de estudio por parte del área de ingeniería", apunta Balbás, quien recuerda que el ensanche de la acera situada junto al convento de las Clarisas ha sido una petición expresa por parte de los vecinos del distrito sur. Su ejecución dependerá precisamente de la partida presupuestaria vinculada a lo que decidan los distritos dentro del margen económico que reserva para ellos las cuentas municipales.

Las dos actuaciones de la zona sur, en cualquier caso, serán mucho menos ambiciosas que las que se pretenden llevar a cabo en Gamonal. El bipartito quiere eliminar los coches en la franja central de Francisco Grandmontagne, la calle Roma y parcialmente en la plaza Lavaderos, con una inversión total que rondará los 3,5 millones.