Una lámina del Santísimo Cristo de Burgos, un libro con fotografías de distintos lugares de la provincia y oficios artesanos entreveradas con citas del magisterio del papa Francisco y una memoria de las actividades realizadas por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Estos fueron los obsequios que el arzobispo Mario Iceta entregó el jueves al Santo Padre durante el encuentro personal que pudieron mantener con motivo de una visita a Roma.
Los obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela y Zaragoza pudieron saludar personalmente al papa Francisco su «visita ad limina». El encuentro, de de dos horas y media de duración, tuvo lugar en un clima «fraterno y cercano» y con «total libertad», y se abordaron cuestiones corrientes referentes a la pastoral de la Iglesia.
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Según relata el arzobispo Iceta en la web de la Diócesis, el papa Francisco estaba ya informado de la efemérides que celebra el primer templo de la archidiócesis de Burgos y apreció mucho los presentes.