Pasión por los videojuegos

CÉSAR CEINOS
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El Torneo de Invierno de la UBU atrae a unos ochenta jugadores y deja buenas sensaciones en la organización

Las semifinales y las finales se disputaron en La Estación de la Ciencia y la Tecnología. - Foto: Jesús J. Matías

El interés por los videojuegos ha crecido exponencialmente en todo el mundo durante los últimos años y Burgos no ha sido una excepción. Buena prueba de ello son el Grado en Diseño de Videojuegos que se imparte desde este curso académico en la Universidad de Burgos o los campeonatos para la comunidad universitaria, que atraen también a estudiantes de otras carreras. Ambas cosas eran difíciles de pensar hace algunas décadas.  

El desarrollo del primer torneo de videojuegos, que se celebró el pasado mes de diciembre, fue un éxito. Más de 60 personas decidieron participar en esta iniciativa organizada por el Centro de Investigación en Innovación y Tecnología en Videojuegos y Comunicación Audiovisual (ÍTACA) de la UBU. Ante este resultado, los promotores de la cita, con el apoyo del Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Cultura y Deporte, entre otros, promovieron el sábado un segundo campeonato, al que llamaron 'de invierno' para diferenciarlo del anterior, que tuvo lugar en otoño. La respuesta fue aún mejor que la anterior. «Entre los ocho juegos hubo 81 inscripciones. Este evento va hacia arriba», destacó Daniel Fernández, coordinador de la actividad e integrante de ÍTACA.

Los jugadores demostraron su destreza con el Mario Kart, el Smash Bros Ultimate, el Brawl Starts, el Valorant, el League of Legends, el Crash Royale y el Street Fighter 2. Para este último título se utilizó una consola Supernintendo del año 1994 con el objetivo de hacer más amplio el espectro de participantes «y tratar de cerrar la brecha» entre generaciones, según comentaron desde la organización. Las primeras partidas se disputaron en la modalidad online, mientras que las semifinales y finales se disputaron de forma presencial una de las salas de La Estación de la Ciencia y Tecnología.

Más allá de lo puramente competitivo, el campeonato sirvió también para que los universitarios aficionados a los videojuegos se encontraran con colegas que comparten sus mismos intereses. Una de las personas que se pasó por el antiguo edificio ferroviario fue José Ángel Otelo, que decidió apuntarse a las partidas de Smash Bros y de Mario Kart «para pasar la tarde» y «conocer a gente con la que mantener el contacto». Por su parte, Ernesto Soto acudió por motivos muy similares y eligió los mismos títulos porque le gustan los juegos de Nintendo.