«En Quintanar están mis raíces y espero ir los veranos»

F. TRESPADERNE
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Fernando Prado Ayuso toma posesión este sábado como nuevo obispo de San Sebastián, pero en esta entrevista con DB recuerda sus raíces en la localidad burgalesa, a donde espera seguir yendo «para cambiar de aires»

Fernando Prado Ayuso, obispo de San Sebastián.

Desde que conoció la noticia de su nombramiento en octubre, Fernando Prado Ayuso ha estado a caballo entre Madrid, para organizar el traspaso en la dirección de Publicaciones Claretianas, y San Sebastián, su nueva diócesis. En uno de esos viajes, aprovechando una parada en Vitoria, atiende a DB y habla de sus raíces burgalesas. 

¿Qué ha supuesto este nombramiento como obispo de Donosti? Sus familiares afirman que algo se esperaba después del verano...
Más que esperar había rumores, pero uno hasta que no sucede no se lo acaba de creer y cuando llega el momento te entra, por una parte, cierta tranquilidad porque el hecho de que confíen en ti siempre te da tranquilidad porque estos nombramientos no los hace solo el Papa, ya que hay un proceso de mediaciones y consultas. Pensar que han confiado en uno y que si lo han hecho será por algo te da tranquilidad y confianza en los que han tomado la decisión porque piensa que lo puede hacer bien. Cuando te llama el Nuncio te entra un poco de vértigo porque la responsabilidad es grande y uno nunca se cree capaz del todo, es una mezcla de sentimientos.

¿Ha tenido tiempo de marcar la líneas que quiere seguir a partir de su toma de posesión el sábado?
No, no. En este tiempo que ha pasado desde el nombramiento me he dedicado fundamentalmente a ordenar la casa, es decir dejo una actividad fuerte en mi congregación, me he dedicado las publicaciones, a los libros, y estos días he dedicado todo el tiempo a preparar el relevo, además de terminar lo que estaba en marcha y dejar bien encauzado lo que ha quedado abierto. Esto es lo que más tiempo me ha llevado... y preparar la celebración de este sábado.

La de San Sebastián es una Diócesis que ya conoce...
Algo conozco porque me ordené allí y estuve cinco años casi. 

¿Es fácil o difícil?
Será como todas las diócesis, ni más fácil ni más difícil. Hay que mantener el diálogo entre la Iglesia y la sociedad, seguir anunciado el Evangelio y haciendo que la palabra de la Iglesia, que en el fondo es anunciar a Jesús, siga adelante. No llevo planes de nada, el día a día e ir conociendo. Llevar adelante el magisterio del Papa Francisco, una Iglesia más cercana a la gente, una iglesia misionera. 

Me gusta ir al monte y hacer las cosas que se hacen en los pueblos»

¿Qué significado tiene en su vida Quintanar de la Sierra?
Es el pueblo de mi madre, ahí están parte de mi familia (Ayuso-Ucero) y mis raíces. Cuando era niño siempre iba a pasar los veranos, Navidad y Semana Santa a Quintanar, luego de mayor también he ido y lo sigo haciendo en verano para descansar unos días. El pueblo son mis raíces. 

¿Qué es lo que más le gusta hacer cuando viene a la Demanda?
Descansar, estar con la familia e ir al monte, las cosas que se hacen en los pueblos de la Sierra, disfrutar de la naturaleza y echar la tarde de forma tranquila. En especial ir a pasear por el monte porque Quintanar es muy bonito por su monte. 

Dicen que es un buen embajador de esta tierra, de la Sierra, y que aprovecha cualquier excusa para traer a compañeros y amigos...
Si, muchas veces he ido con algunos compañeros claretianos, de la Congregación, a descansar unos días en la casita que tenemos. 

¿Seguirá haciéndolo cuando tome posesión de su nuevo cargo?
Espero que sí, tendré que tener un poco de descanso para cambiar de aires y el de la Demanda siempre es muy bueno, el fresquito que hace en las noches de verano se agradece mucho.

¿Conoce mucho la provincia o sus viajes se limitan a la Sierra?
Solo Quintanar de la Sierra y la Demanda, aunque los claretianos tenemos un colegio y una comunidad en Aranda de Duero, pero apenas he estado por allí. 

Cuando se ordenó sacerdote en el año 2000, en San Sebastián, en verano celebró un oficio en Quintanar, ¿hará lo mismo ahora?
Algo haremos el próximo verano porque tengo familia que no va a venir a la celebración por edad o enfermedad. Haremos algo en el pueblo, no se cuándo, pero algo haremos, una misa y alguna comida.

En verano haremos algo en el pueblo, porque hay familia que no puede venir»