"El Himno a Burgos se ha convertido en una canción de culto"

I.L.H.
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Desde su Madrid natal, la ciudad donde su abuelo desarrolló su carrera y murió, el nieto del músico trabaja en una biografía que recoja la trayectoria y vida de Rafael Calleja. De momento ha catalogado toda su obra (320) y conserva su legado.

Los documentos que se exponen en el Teatro Principal forman parte del legado que conserva su nieto Emilio. - Foto: Luis López Araico

No puede evitar emocionarse. Lleva media vida recopilando información sobre su abuelo, el compositor Rafael Calleja (1870-1938), y tratando de difundir su obra. Pero sabe que esa labor no la puede hacer solo si quiere que de verdad los burgaleses vayan más allá del Himno a Burgos, y que el mundo de la música reconozca su trabajo como se merece. Por eso le tiembla la voz cada vez que explica algún detalle específico del hombre y el músico, de sus zarzuelas, su trabajo regentando teatros madrileños, fundando la SGAE (antes SAE), ayudando a colegas y paisanos como Antonio José o estudiando la música popular. Por el 150 aniversario de su nacimiento, Emilio Calleja González ha cedido su fondo para la exposición que la Schola Cantorum organiza en el Teatro Principal.


¿Cuál cree que es la causa de que Rafael Calleja sea conocido en su ciudad casi exclusivamente por el Himno a Burgos?
Supongo que porque para los burgaleses tiene más importancia el himno que el compositor. El tema se ha convertido en una seña de identidad y una canción de culto, cosa que me alegra, pero sobre su figura he oído verdaderos despropósitos como que Calleja y Zurita era una única persona... Tampoco me extrañaría que por ser autor de zarzuela se haya mezclado la política. Está injustamente olvidado.  

¿Es consciente de que el Himno a Burgos está viviendo una etapa muy dulce, una segunda vida?
Lo sé y es increíble, pero es una lástima que se ignore que es autor de 300 composiciones. Supongo que ha sido porque nadie se ha encargado de reivindicar y recuperar su figura. 

¿No existen trabajos musicológicos ni monográficos?
No y hacen falta. Yo, por mi parte, estoy realizando una biografía que me hubiera gustado publicar este año. La tendré para el próximo si alguien me echa una mano con la edición.

¿Ha hablado con el Ayuntamiento?
De esto no. Al Consistorio le pediría un lugar público que le recuerde. No sé si una calle individual (existe Calleja y Zurita), un busto o un espacio. También me gustaría que se interpretaran sus temas y zarzuelas. En el Teatro Principal se representaron en su día (principios del siglo XX), pero desde entonces nada.

¿Qué le parece que la JOSBu y la Schola barajen interpretar musicalmente ‘Las bribonas’?
Si pudiera elegir, musicalmente creo que tiene obras mejores para un concierto, como La tierra del sol, por ejemplo. Si hablamos de escenificarla ya es otra cosa; Las bribonas tienen su guasa y las escenas se prestan bastante. En 2007 conseguí que la reestrenaran en Madrid -detiene el relato emocionado- y las críticas fueron muy buenas.

¿Qué se necesita para que sus zarzuelas formen parte del repertorio habitual?
En Madrid, templo de esta música, se representa lo que programa el Teatro de la Zarzuela. Y lamentablemente apuestan a lo seguro. También es verdad que en la SGAE hay registradas 3.000 zarzuelas y todos pueden exigir lo mismo. Yo lucho por lo mío porque es mi deber.  

También compuso obra coral, pero tampoco suena.
Compuso obras para orfeones masculinos y me dicen que es muy difícil adaptarlas a voces mixtas. No lo sé.

¿Qué pasa con la misa solemne que hizo para la iglesia de San Nicolás? 
Falta encontrarla en algún archivo. La compuso en 1887, con 17 años, y la prensa dijo que su estreno fue un éxito, pero hay que dar con ella. Yo he tardado años en catalogar su obra.

El estudio, veo, es imprescindible. E interpretar su obra también.
Lo es, sí, pero tienen que moverse desde aquí, desde Burgos. Yo desde Madrid hago lo que puedo.