La Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fampa) muestra su preocupación ante el aumento de rutas escolares en el medio rural que han cambiado los autobuses por los taxis sin un monitor acompañante. Recuerdan que tanto para los alumnos de Infantil como para los de Primaria resulta obligatorio contar con personal que vaya junto a ellos durante el viaje, pero aseguran que desde Educación cada vez se apuesta más por emplear estos vehículos con un menor número de plazas y donde únicamente van con el conductor como responsable. Concretamente, este curso se han visto afectadas hasta 12 rutas escolares.
«No entendemos que se llegue a estos extremos, estamos a finales del primer trimestre y los niños que van en taxi tienen que ir con monitores sí o sí», manifiesta Francisco Sánchez, presidente de la entidad. Así, lamenta que a estas alturas aún no se haya encontrado una solución y que se esté repitiendo continuamente esta forma de actuar. No sabe muy bien a qué se están agarrando desde Educación para «eliminar los autobuses y poner taxis», pero considera que se deben tomar medidas inmediatamente para que el alumnado «no se vea discriminado» por vivir en un pueblo.
La situación ya se ha denunciado a nivel autonómico, explica Sánchez, que confía en una reacción por parte de la Dirección Provincial. Este problema no se está concentrando únicamente en una comarca y se está repitiendo por toda la provincia. «Entendemos que será por ahorrar dinero, al final es recortar por todos los sitios, y las propias empresas de transporte están perdiendo líneas», añade. Y considera que el hecho de que haya menos chavales en una ruta tampoco justifica que se quite el monitor.
Desde la Dirección provincial reconocen que hay algunos taxis más este curso, aunque tampoco muchos. De este modo, se desarrolla que la normativa no contempla monitores en estos vehículos debido a que suelen transportar a «dos, tres o cuatro niños». En la Orden EDU/926/2004, de 9 de junio, que regula el transporte de servicio escolar, sí se menciona que será obligatoria la presencia de, al menos, una persona mayor de edad distinta del conductor que realice las funciones de acompañante siempre que el transporte se realice en vehículos de más de 7 plazas que transporten a alumnos menores de doce años.
Por otro lado, a raíz de este asunto, desde la Fampa se vuelve a poner en el foco en la importancia de que los alumnos de Secundaria también acudan acompañados por un monitor. Esta se trata de una «petición histórica» puesto que defienden que son menores y también requieren una persona de referencia y en la que confiar. «Los conductores están para conducir y no para cuidar a nadie», afirma.
El colegio Fray Enrique Flórez, en Villadiego, ha pasado este curso a modificar una de sus rutas de autobús a taxi. Sin embargo, desde la dirección del centro entienden que se trata de algo lógico puesto que algunas líneas cuentan con muy pocos niños y no merece la pena poner un autobús grande para ello. No han recibido quejas por este motivo y asumen que esto no se trata de una novedad, ya que siempre han tenido diferentes taxis para aquellos municipios con menos alumnos. El cambio en esta ocasión ha tenido lugar en la zona de Amaya, pero hasta Villadiego acuden a diario seis rutas y únicamente dos cuentan con monitores.