Burgos y provincias limítrofes pierden empresas, Madrid suma

G. ARCE
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Un estudio del INE confirma que, con respecto a la situación previa de la pandemia (primer trimestre de 2020), han desaparecido 287 empresas locales y más de 500 autónomos

Más de 170.000 empresas y más de 400.000 autónomos en Madrid. - Foto: Javier Pozo

La resistencia de la economía burgalesa ante un hecho tan extraordinario como una pandemia y sus secuelas (inflación, problemas logísticos, falta de materias primas, encarecimiento generalizado de costes...) ha sido más endeble que la de las provincias de su órbita más cercana. Todas han perdido -en mayor o menor medida- tejido productivo en estos dos últimos años, todas salvo Madrid, que lo mantiene e incluso lo incrementa. El estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma este comportamiento desigual de las  economías, coincidente, entre otros factores, con una manera diferente de afrontar la crisis sanitaria global y las políticas de los confinamientos y las limitaciones a la actividad.

De acuerdo con este trabajo experimental del INE, la provincia de Burgos reúne a 8.534 unidades legales empleadoras (empresas) y 21.759 autónomos, con registros del segundo trimestre del año en curso, lo que supone una pérdida de 287 empresas con plantilla y de 508 trabajadores por cuenta propia con respecto a los registros con los que partió el estudio a inicios de 2020.

Son mermas del 3,2% y del 2,2%, respectivamente, ligeramente superiores a la mayoría de las que experimentaron provincias limítrofes de referencia para Burgos, como son Cantabria, Vizcaya, Álava, Navarra, La Rioja, Valladolid y Madrid. Burgos alcanza el porcentaje negativo más alto entre las empresas y el segundo peor entre los autónomos, solo superado por La Rioja. 

Sin embargo, por encima de estas diferencias, llama la atención que la Comunidad de Madrid haya sostenido en estos dos últimos años a 170.238 empresas y haya visto crecer su número de autónomos por encima de los seis mil hasta superar los 410.000, lo que supone un 1,49% de incremento con datos del segundo trimestre de 2022.

El estudio experimental de INE confirma que lo que pierden unas economías provinciales como las analizadas lo gana -y con creces- Madrid, que sale aún más fortalecido económicamente de esta etapa de crisis sanitaria y se mantiene  como el principal foco de creación económica y de emprendimiento de España. El organismo estadístico no entra en los motivos de estas diferencias entre provincias y comunidades. 

Entre las elegidas, Burgos es la provincia más debilitada, aunque no es la economía más pequeña de su entorno en número de unidades empleadoras y autónomos. Supera, en este sentido, a Álava y La Rioja, aunque el comportamiento de estas en los últimos dos años es ligeramente más positivo que el local.

Si se analiza el segundo trimestre del año, Burgos registra 706 altas de empresas y 628 bajas. Se consideran 'altas' a las unidades legales que no tenían empleo al comienzo del trimestre, han contratado trabajadores y siguen con empleo al final del trimestre. 'Bajas', por contra, son las que registraban empleo al comienzo del trimestre pero que lo pierden a lo largo del mismo. Los sucesos de alta y baja no significan que necesariamente la unidad legal se haya constituido o disuelto o haya estado involucrada en otro proceso como fusión, absorción, etc. 

Los dos últimos años vienen marcados por la alternancia entre las altas y las bajas de empresas y autónomos en Burgos, aunque aún no se ha llegado a recuperar el nivel de altas que había las fechas previas a que se desatase la crisis sanitaria. La explicación es sencilla: las secuelas económicas siguen vigentes y se han agravado con la crisis bélica en Ucrania y el alza extraordinaria de precios a la que estamos sometidos.

Comercio y turismo. ¿Y qué unidades empleadoras abundan en Burgos? El comercio al por menor y los servicios de comidas y bebidas, que suman 1.316 y 1.174 centros de trabajo con plantilla, respectivamente. Son dos ámbitos, el comercial y el hostelero, muy castigados por la pandemia pero que ahora están colaborando en el impulso la economía provincial, con crecimientos del 0,8% y del 5% respectivamente, según el INE.

En el lado contrario, llaman la atención las pérdidas en empresas vinculadas a la Educación (-20%), los servicios de información (-16%), a la fabricación de bebidas y la ingeniería civil, que pierden un 7%, respectivamente.

Entre los autónomos, la tendencia es similar, crecen en actividades relacionadas con el empleo, los seguros, a asistencia a las personas o las actividades deportivas y de entretenimiento. Por contra, desaparecen en el ámbito de la información, la educación, la fabricación de materiales y equipos eléctricos, entre otros ámbitos.