Más de medio centenar de personas se han concentrado este jueves, a las puertas del Centro Integral de Aspanias Fuentecillas, para denunciar los graves problemas que afronta la plantilla, con más de 550 trabajadores. La movilización, convocada por los comités de empresa de Fundación Cisa y la Asociación Aspanias, es la primera de un calendario de acciones que continuará en las próximas semanas.

El delegado sindical de UGT en Aspanias, Rafael Lacalle, ha asegurado que la empresa debe una mensualidad a todos los trabajadores en plantilla, situación que se agrava debido a la incertidumbre sobre los pagos mensuales, ante la falta de información y transparencia por parte de las juntas directivas de ambas entidades.

Además de los retrasos, Lacalle denuncia la falta de organización de la empresa en aspectos fundamentales como la limpieza o la atención a personas con discapacidad, motivada sobre todo por la falta de personal en plantilla. A esto se suma el despido de tres trabajadores de la asociación, que se ha producido en circunstancias "especialmente graves", a través de burofax, mientras los empleados estaban de vacaciones, sin firmar ninguna carta de despido y sin conocer quién ha dado la orden. También preocupa a los sindicatos el futuro de la Fundación Cisa, con casi 300 trabajadores, 250 de ellos con discapacidad.

En este sentido Lacalle ha advertido que la dirección "está dejando caer esta entidad por su deuda creciente", lo que ha derivado en una falta de confianza por parte de las empresas, con cinco compañías que ya han renunciado a seguir trabajando con la Fundación por la falta de personal. Rafael Lacalle también ha mostrado su preocupación por el futuro de la plantilla y de los usuarios de las viviendas tuteadas, tras la venta de 17 de las 18 que tenían en propiedad.

Por otra parte el personal de contabilidad y administración también teme por su continuidad en la empresa, tras la contratación de una asesoría externa para llevar las cuentas del Grupo.

Muy crítico se ha mostrado también con la salida de anterior gerente de Aspanias, José María Ibáñez, que antes de jubilarse nombró a cuatro personas de su confianza, creando un nuevo organismo de Gobierno denominado "comité de dirección" para gestionar la empresa.

El delegado de UGT en Aspanias ha insistido en que estos nombramientos "ofrecen muchas dudas legales" y demuestran que Ibáñez tiene un control "bastante férreo" sobre el Grupo a pesar de su salida.

Así las cosas los sindicatos urgen a la intervención de la Junta de Castilla y León y exigen responsabilidades tanto al Gobierno autonómico como central. En este sentido Lacalle ha recordado que ambas entidades tienen competencias para intervenir en el conflicto puesto que se trata de fundaciones públicas subvencionadas en un gran porcentaje por los presupuestos de ambas administraciones.

Rafael Lacalle ha asegurado que esta es la primera de las movilizaciones de un calendario que continuará en las próximas semanas, si bien todavía no han materializado nuevas fechas ni convocatorias a la espera de conocer cómo avanzan los tres despidos producidos ayer y la evolución epidemiológica de la pandemia.