La demanda de viviendas de protección oficial en Aranda de Duero desborda las opciones de conseguir este tipo de inmuebles en la ciudad. La Dirección General de Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo de la Junta tiene inscritos en el registro de demandantes de VPO a 543 personas en la capital ribereña, pero tan sólo está previsto que se construyan un edificio de 90 pisos en los próximos dos años. Un número a todas luces insuficiente para atender una demanda que multiplica por seis la oferta de estas viviendas de precio regulado.
Un desfase entre el interés de los compradores y la promoción de VPO que se dejó notar en el momento en el que se abrió la reserva de esta nueva promoción que se va a ejecutar en el sector Centro Cívico. «Cuando yo vine a la oficina, a las 6:30 horas de la mañana, ya teníamos una cola de unas 15 personas esperando», comenta Nacho Górriz, apoderado de Campinas, promotora de la corporación Pascual que va a ejecutar este edificio de VPO en Aranda. Cuando aún no se han cumplido tres semanas desde que se abrió la reserva de estos inmuebles, más de la mitad ya tienen comprador. «Tenemos ya un 55% reservado, todavía quedan algunos pisos para poder escoger para la gente que esté interesada», resalta Górriz.
Esta promoción se ubica en el sector Centro Cívico, que se diseñó con la previsión de acoger 1.792 viviendas de protección oficial, de las que ya hay construidas 459, de las que la mayoría ha desarrollado Campinas, el 53%, todas ellas en altura. El resto de la VPO se construyó a través de cooperativas, 160 en dos edificios en altura y 54 adosados. Todo este desarrollo se ha materializado en los últimos 12 años y el resto del suelo sin edificar destinado a VPO, que son las parcelas que quedan en el entorno del Centro Tomás Pascual junto a la avenida Luis Mateos, están en manos de la Junta de Castilla y León, y no hay previsión de construir en ellas a medio plazo.
En esta nueva promoción se han diseñado viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios, de entre 70 y 120 metros cuadrados, con garaje y trastero. Además de estar pensadas para vivienda joven, también se han incluido en esta oferta inmobiliaria viviendas destinadas para familias, por lo que hay algunos pisos más grandes, y para régimen general. El calendario marcado para su desarrollo estima el inicio de las obras en el último trimestre de este año y la entrega de las viviendas dentro de dos años, «si todo va bien» puntualiza Górriz.
En su diseño se ha tenido en cuenta la sostenibilidad, por lo que el edificio se conectará a la red de calor para dotarle de los servicios de calefacción y agua caliente. «Aún tenemos varias tipologías de viviendas entre las que poder escoger», apunta Górriz para animar a los posibles interesados en acercarse a conocer esta nueva promoción, que se ubica al final de la avenida Ruperta Baraya, junto al pinar colindante al asilo de ancianos. «Es una zona muy buena, muy tranquila pero a menos de cinco minutos del centro andando», pone de relieve Górriz.
Esta amplia zona se comenzó a desarrollar en 2010 «en plena crisis del sector» y Pascual llegó a un acuerdo con la propietaria del suelo, la Junta de Castilla y León, para llevar a cabo la urbanización de lo que, hasta entonces, eran terrenos perdidos, con una inversión de 11 millones de euros a cambio de poder desarrollar los cinco proyectos de VPO. «Fue un éxito total cuando empezamos a sacar las viviendas, ahora han cambiado las cosas y va a costar vender las 90 viviendas porque hay demanda pero la situación no es buena, la gente oye hablar de la subida del Euribor y se lo piensa más, pero los que vinieron los primeros días lo tenían muy claro», reconoce Górriz.