Leiko Ikemura, Carmen F. Sigler y Julián Valle, en el CAB

I.L.H.
-

En el nuevo ciclo expositivo del Centro de Arte Caja de Burgos confluye la naturaleza desde el punto de vista de una artista visual (Sigler), con la acuarela y la cerámica ermitaña de Valle, y con pintura y escultura de niebla y fantasía (Ikemura)

De izquierda a derecha: Carmen F. Sigler, Javier del Campo, Leiko Ikemura, Cristina García (directora del CAB) y Julián Valle - Foto: Patricia González

Después de un 2020 "comprejo, singular y diferente" en el que el CAB ha permanecido cerrado un 37% del año, el Centro de Arte Caja de Burgos inaugura 2021 con un nuevo ciclo expositivo que se ve influenciado por la pandemia en la medida en que los artistas que exponen han creado obra nueva para el CAB durante el periodo de confinamiento.

En los tres creadores que inauguran el año confluye la naturaleza de una u otra manera, aunque sus trayectorias, lenguajes y creaciones van por derroteros absolutamente diferentes.

Por un lado expone la artista japonesa reconocida internacionalmente Leiko Ikermura, cuya base como creadora "está en España, donde vine a formarme". En el proyecto 'Aún más mañanas' presenta cerámicas y bronces junto a pinturas en las que se pueden traspasar los horizontes nebulosos. Está también la figura de la mujer, y esos seres humanos en transición, que se camuflan en el soporte y en los propios paisajes. "Tan cerca de lo metafísico como de lo onírico", apunta Javier del Campo, comisario de la muestra. En el título y en sus obras más recientes está "la esperanza" que tiene puesta en el futuro tras un año tan atípico que nos ha hecho reencontrarnos con la naturaleza y reconocerle su valor.

La artista visual Carmen F. Sigler presenta "Eso importante que aún no puedo nombrar", con vídeos donde revisa el papel de la mujer en los arquetipos del arte, reproduciendo en versión contemporánea dolorosas y marías magdalenas ('Mamá fuente') o "El rapto de Hipodamia", de Rubens ('En la piel de la barbarie'). "La pandemia ha sido un punto de inflexión", indica la artista que ha echado la vista a la naturaleza, su entorno y la necesidad de su cuidado afrontando lo que está por venir con esperanza.

El arandino Julián Valle completa el ciclo expositivo con "El tejido del mundo", su "mejor muestra hasta la fecha", en palabras del comisario y del propio artista. Sus acuarelas y cerámicas transitan por cuevas, oquedades, eremitorios y naturalezas kársticas, espacios de fuerte carga emotiva que el artista matiza con maestría. Destaca entre las piezas la creación hecha con porcelana y papel que remarcan la ausencia y la presencia de quien habitó en un eremitorio. Las hojas de roble hechas de porcelana habla de lo que perdura y de lo que se desvanece.

Las tres exposiciones se podrán visitar hasta el 30 de mayo.