Las Quintanillas promueve un centro de las campanas

I.P.
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Se ubicaría en la torre de la iglesia, un edificio neoclásico de 3 plantas, y contaría con salas de exposición, museo, espacios de reuniones y aulas formativas para preservar el toque manual

Faustino Tajadura, Máximo Tajadura y Chema Bombín. - Foto: A.R.

Las Quintanillas se ha convertido en los últimos años en un referentes para mantener viva una tradición rural que no se quiere perder, como es el toque manual de las campanas, que durante siglos ha regido la vida de los vecinos de los pueblos, desde la llamada a misa, a las bodas, nacimientos y funerales, pero también a labores propias de la población o las que alertaban de cualquier peligro o amenaza para los vecinos . 

Tierra de campaneros, la localidad persigue un sueño que está comenzando a engendrarse, y que no es otro que albergar el primer Centro de Interpretación del Toque Manual  de Campanas que se instalaría en el mejor de los lugares, la torre de la iglesia gótica, un 'edificio' independiente del propio templo que completa el conjunto pero que es muy posterior. Mientras la construcción de la iglesia se remonta a los siglos XIV y XV, no fue hasta el  XVIII cuando se levantó la torre y la portada principal, ambos de estilo neoclásico.

El proyecto está impulsado por la Asociación de Campaneros de Burgos, que nació en el año 2017 en el propio pueblo. Este colectivo   está expectante como otras tantas asociaciones en el resto del país, el propio Ministerio de Cultura e Hispania Nostra ante la próxima declaración del toque manual como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que se espera este año. Este reconocimiento mundial es el mejor aval para el futuro Centro de Interpretación de Las Quintanillas, que cuenta también con el apoyo del Ayuntamiento y que ha sido bien acogido por el propio Arzobispado. Según explica el presidente de los campaneros burgaleses, Chema Bombín, están a la espera de que el arquitecto de la Diócesis se acerque hasta la localidad para ver in situ la torre neoclásIca y las posibilidades que ese espacio ofrece, que son muchas, para acoger ese proyecto.

Aunque en general el estado de conservación de la torre es bueno -la madera es la que presenta mayor deterioro-, requeriría de una rehabilitación y una ambiciosa obra para adecuar los espacios a los usos y contenidos del Centro. La torre, con entrada desde la propia plaza, tiene 3 plantas hasta llegar al campanario, a las que se accede en varios tramos de escaleras que en total suman 70, lo que supone una barreras arquitectónica que en el proyecto requería una solución para facilitar el acceso a personas mayores u otras con movilidad reducida. Además, Bombín reconoce que posiblemente habría que modificar la estructura de la escalera de madera que ocupa excesivo sitio y estudiar la posibilidad de instalar ascensor. 

En cuanto a los contenidos, explica que el Centro de Interpretación serviría como acogedor de todo el conocimiento y documentación -toques. partituras- sobre los toques de campanas recopilados por la Diputación Provincial. La idea es también catalogar todo lo recopilado de forma académica, para lo que a la Asociación quisiera contar con la Universidad de Burgos. 

Así, en el edificio se establecería un recorrido por varias salas distribuidas en las 3 plantas, que podrían ser 4 ya que una podría desdoblarse. A su vez cada planta, tienen tres espacios que podrían albergar los distintos usos previstos: salas de exposiciones, museo, aulas de formación y zonas de estudio así como salas de reuniones.  

Por otra parte, la Asociación también está impulsando un protocolo para guiar las intervenciones en campanas, campanarios y yugos para evitar que se siga perdiendo esta patrimonio.