Como ya pasó hace seis meses, la viceconsejera de Acción Cultural de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho, presidió ayer el patronato de la Fundación del Instituto de la Lengua, entidad que dirigió el actual consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, que no participa en las reuniones por haber conflicto de intereses. 

El encuentro en el Palacio de la Isla sirvió fundamentalmente para aprobar el presupuesto del ejercicio 2023, que alcanza los 848.000 euros. En esa cantidad sobresale el incremento de 255.000 euros de la Junta (su aportación llega a los 600.000) para «fortalecer las actividades culturales, divulgativas y de investigación, teniendo como eje principal el Centro de Orígenes del Español». A la vez se prevé impulsar «las actividades por todo la región así como los espacios virtuales que acogerán los trabajos que el Instituto desarrolla tanto en la materia de los orígenes del español como en el del municipalismo a través del análisis de los fueros».

En el año que arranca en enero, la tarea del Instituto de la Lengua se volcará en la investigación y la difusión en torno a los orígenes del español como factor diferencial, así como la promoción de Castilla y León para aprender español como lengua extranjera. En cuanto a las actuaciones en el entorno rural, incluirán exposiciones, conferencias, ciclos, actividades para familias y jornadas en torno a la lengua y a la creación literaria en español. 

Sin dirección ni gerencia. La salida primero de Santonja hace dos años como director de la entidad y la más reciente del gerente, Alejandro Sarmiento, hace seis meses, mantiene al Instituto sin una jefatura que ejerza desde el Palacio de la Isla.

En la reunión de ayer el patronato aprobó estudiar una modificación de los estatutos «con la finalidad de dotar a la misma de un modo de funcionamiento más eficiente y operativo», explicaron textualmente en una nota de prensa sin especificar -al preguntarles- a qué se refieren, a qué afecta y en qué se concretará.