El consejo de administración de la Sociedad de Promoción tomó hace un año la decisión de no prorrogar el contrato con Air Nostrum y se suprimió la única ruta regular que unía el aeropuerto de Burgos con Barcelona. Desde entonces han sido muchos los intentos por buscar aerolíneas que quisieran volar desde Villafría pero hay un recelo en el sector a pesar de la subvención que el Ayuntamiento está dispuesto a pagar y que llegó a alcanzar 1,2 millones al año.

La situación de barbecho se podría prolongar después de que las conversaciones mantenidas en los últimos meses con las compañías no hayan dado sus frutos como reconoce abiertamente el presidente de Promueve y vicealcalde, Vicente Marañón, pero desde el equipo de Gobierno no quieren tirar la toalla. «Nos gustaría tener una operativa de vuelos pero hoy por hoy no tenemos nada aunque no podemos cerrar la puerta y tenemos que estar alerta por si surge una oportunidad», señaló.

La compañía Ryanair no se ha vuelto a poner en contacto con Promueve para presentar una oferta en firme que pueda ser analizada y valorada aunque en varios encuentros se mostró interesada en volar desde Burgos. Según lo trascendido dentro de la confidencialidad que requieren este tipo de operaciones, la aerolínea de bajo coste exige 3 años de contrato y 2 millones por cada ejercicio (ver DB de 14 de octubre), una cantidad demasiado elevada para que pueda afrontarla en solitario el Ayuntamiento de Burgos. El alcalde y el vicealcalde tantearon al Grupo Municipal del PP y también pidieron ayuda a la Diputación, dado que sería un contrato que trascendería el actual mandato, pero la institución provincial no parecen estar por la labor.

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