Usuarios de la BU-504 y BU-520 urgen agilidad en las obras

S.F.L.
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Las vías que unen Calzada de Bureba con Quintana Martín Galíndez presentan un deteriorado estado de conservación, que este invierno ha empeorado por el hielo. La zona del Portillo es la más peligrosa

Usuarios de la BU-504 y BU-520 urgen agilidad en las obras - Foto: S.F.L.

Los conductores más habituales de las carreteras BU-504 y BU-520, que unen Calzada de Bureba con Quintana Martín Galíndez, exigen a la Junta que aligeren las actuaciones previstas para su rehabilitación porque los obstáculos existentes como los socavones, el pavimento levantado o la inexistencia de las líneas para delimitar los carriles hacen cada vez más peligrosa la circulación.

El trayecto, que fue calzada romana, es una de las uniones entre las comarcas de La Bureba y Las Merindades a través del Portillo de Busto, zonas que además reciben un alto número de turistas y que utilizan ambas vías para acceder a localidades tan visitadas como Frías o Tobera. «Los baches invaden el firme y las cunetas y con el paso del tiempo se han formado también agujeros profundos. Las personas que conduzcan por aquí por primera vez tienen que pensar que se encuentran en un país del tercer mundo», expone Alfonso Martín, alcalde de la junta vecinal de Zangandez. «Cuando cae la noche no se ve nada y aunque me conozco el camino perfectamente sigo comiéndome agujeros», añade.

María Jesús Vallejo realiza a diario el itinerario de Frías a Quintana Martín Galíndez por motivos laborales y ruega a la administración regional que se apresuren a continuar los trabajos porque los vehículos sufren las consecuencias. Asegura que se compró un coche en septiembre de 2020 y en agosto del siguiente año ya tuvo que cambiar las ruedas. «El mecánico no daba crédito y yo tampoco. No podemos continuar así porque también nos jugamos nuestra salud», declara indignada.

La Junta ejecutó la primera fase de las obras en noviembre de 2021, que ascendió a 85.327 euros, en la que se realizó el extendido de una capa de aglomerado desde el cruce con N-I hasta Calzada de Bureba. La inversión total del proyecto asciende a 3 millones de euros y según fuentes de la administración  el plazo de finalización se fijó en tres anualidades (2023). No obstante, y a pesar de que a lo largo de las dos carreteras se aprecian importantes desperfectos, solo intervendrán en los tramos de la vía BU-504, desde la BU-530 a Calzada por el Portillo, concretamente en el trayecto comprendido desde el inicio hasta el kilómetro 27,940, y de la BU-520, desde Quintana a Frías atravesando Montejo de Cebas, hasta el p.k. 6,900.

Un agricultor residente en La Molina del Portillo de Busto asegura que nunca se había topado con tantos peligros con el tractor para ir a cargar a Calzada como este invierno. Sobre todo en el alto del Portillo. «Yo creo que las grandes cantidades de sal que han arrojado a la carretera para deshacer el hielo ha levantado aún más el pavimento, lo que complica seriamente la conducción. No tengo constancia de que se haya producido ningún accidente de tráfico, pero creo recordar que un ciclista sufrió una caída bastante seria, pero no sé si porque resbaló con los bloques de hielo o con la piedrilla suelta», manifiesta.

Respecto a la fecha en la que se retomarán los trabajos de mejora en ambas vías y la renovación de la señalización vertical y horizontal, desde la Junta no se pronuncian. Simplemente recuerdan que las obras se adjudicaron y que mientras perduren llevaran a cabo «cortes intermitentes a media calzada, con paso alternativo para cada sentido de circulación, debidamente señalizados».