Siempre se agradece ver a los negocios en la calle, y más después de estos últimos años. Los arandinos pudieron disfrutar de nuevo de la Feria de Excedentes tras suspenderse el año pasado. Nueve establecimientos fueron partícipes de esta iniciativa de la Asociación de Comerciantes Arandinos, que valoran de forma positiva la acogida de la villa ribereña.

"Era una edición un tanto diferente y nos ha servido para volver a tomar el pulso", declara Olga Rojo, miembro de ACOA. En una encuesta realizada a los propios comerciantes, han quedado reflejadas las buenas sensaciones que ha dejado el regreso de esta iniciativa. En su mayoría están conformes con los resultados de la jornada, así como de la organización dentro del propio lugar. "Los comercios no sólo quieren repetir, sino que les gustaría celebrar esta feria dos veces al año: una de verano y otra de invierno", confiesa.

El evento se celebró de forma simultánea en tres lugares: la Plaza Mayor, la calle Ronda y la plaza de la Constitución. "En mi caso, estuve en la Plaza Mayor y se palpó un ambiente muy animado. En el resto de sitios también hubo una buena respuesta", explica Olga Rojo. Este cruce de vibraciones positivas entre comerciantes y clientes tiene como punto en común los precios. "Han sido un buen gancho para hacer más accesibles algunos productos de temporadas antiguas", afirma.

El desarrollo de la jornada contó con un inconveniente típicamente veraniego, el calor. "Las altas temperaturas hicieron que la tarde fuera más tranquila que la mañana, que recibió a mucha gente", explica. Otro de los puntos positivos destacados desde ACOA, fue la organización. "Se estableció un protocolo de movimiento, se contó con un equipo de vigilantes y los usuarios respetaron adecuadamente las medidas sanitarias impuestas", destaca.