Instalan ya protectores contra cunetas asesinas en la N-234

R.P.B.
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El Ministerio de Fomento está ampliando en los salvacunetas los sistemas de defensa en caso de salida de vía. Estas arquetas de hormigón son una trampa que se ha revelado mortal

Uno de los protectores recién instalado. En ese punto perdieron la vida dos personas hace unos meses. - Foto: Alberto Rodrigo

Todos los pueblos por los que atraviesa la N-234 (carretera de Soria) se habían conjurado para hacer presión, ya que ha sido una zona especialmente marcada por la tragedia contra estos hitos. Y parece ser que el Ministerio de Fomento ha sido sensible tanto a las peticiones como frente a la realidad: las estructuras llamadas salvacunetas, esas arquetas de hormigón pegadas a los arcenes de las carreteras que permiten pasar el agua, eran una trampa mortal en caso de accidente de tráfico por salida de vía; en los últimos meses, en Burgos se registraron varios fallecidos tras chocar sus vehículos contra estos topes, que viene a ser lo mismo que empotrarse directamente contra un muro. Y existe un sistema sencillo y no demasiado costoso que evita este peligro. Y es lo que el Ministerio de Fomento (hoy llamado de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana) ha empezado a instalar en los numerosos puntos en los que todavía no hay, como es el caso del que se halla cerca de Cuevas de San Clemente, donde todavía hoy unas flores de plástico recuerdan las vidas que allí se perdieron recientemente.

Como ya adelantó este periódico hace medio año, los responsables ministeriales no consideraban urgente actuar en estos elementos por diversos motivos. Por un lado, debido al altísimo número que hay de ellos; y, por otro, porque entendía que aquellos que no se encuentran protegidos están en su mayoría cerca de travesías, esto es, donde existen limitaciones en la velocidad, por lo que el impacto es menos peligroso que en el resto de la carretera. Así, entendían que, de actuar, tenía que hacerse tras estudiar aquellos no cercanos a poblaciones que aún estuvieran sin proteger.

Desde el ministerio también se avanzó que para el tratamiento de los que no están protegidos existían varias opciones, tales como instalar barrera de seguridad, acondicionar el entorno haciendo desaparecer el obstáculo, o bien instalando elementos que frente a una salida de vía minimizaran los efectos de un eventual impacto. Aunque aún no se ha confirmado el número de actuaciones en este sentido en el tramo burgalés de la N-234, lo cierto es que tipo de actuaciones han comenzado a acometerse hace unas pocas semanas, por lo que los usuarios de la vía pueden sentirse más tranquilos y seguros.

Una buena solución. Como publicó este periódico la pasada primavera, los pueblos que recorre la N-234 a su paso por la provincia de Burgos se unieron para exigir al ministerio la eliminación -o protección según los casos- de estos elementos, que consideran un verdadero peligro y que les preocupan sobremanera. Más aún cuando las soluciones no son especialmente caras. En este sentido, una de ellas, que es la más empleada, se compone de una serie de elementos estructurales de hormigón armado y acero galvanizado dispuestos longitudinalmente en las cunetas y que son capaces de evitar una colisión brusca contra el muro que forma parte de los pasos salvacunetas. Esas rejillas de hormigón no afectan para nada al salvacunetas y, sin embargo, permiten salvar vidas, como ha podido demostrarse ya en varias carreteras. Según los expertos, en caso de salida de vía esa sencilla estructura evita el choque frontal contra el hormigón; lo que consigue es que el coche sortee el impacto y siga su trayectoria hacia la finca aneja a la vía, con lo que no hay impacto frontal (lo que no quiere decir que el accidente no sea aparatoso o grave; pero, desde luego, sí evita el choque frontal, el más mortal de todos).