La oficina de tributos se atasca para pagar las plusvalías

D. ALMENDRES
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La falta de personal obliga al Ayuntamiento de Burgos a derivar al Registro los trámites relacionados con este impuesto. Las áreas de atención al público acusan un problema generalizado en la administración

Un ciudadano muestra su turno en la Oficina de Atención al Contribuyente. - Foto: Alberto Rodrigo

Mientras la atención de la actualidad se centra en los problemas que arrastra el sistema sanitario nacional por la escasez de personal, las diferentes administraciones también sufren los efectos de la falta de profesionales que garanticen el servicio adecuado en los diferentes departamentos.

El Ayuntamiento de Burgos no es ajeno a una cuestión que es más palpable en el día a día de las distintas áreas de atención al público.Es el caso de la Oficina de Atención al Contribuyente (BAC), donde la tramitación de las citas previas se ha convertido en una misión compleja que condiciona los trámites de los burgaleses.

«Llevamos tiempo así. Faltan muchos puestos por cubrir en la administración», asume con pesar el concejal de Hacienda, David Jurado. Un ejemplo concreto de esta difícil situación la protagoniza el área de plusvalías. 

Hasta hace unos días el plazo de reserva de hora para realizar los pagos de este impuesto se alargaba dos semanas, pero en este momento desde el servicio de atención telefónica ya instan a presentar la documentación requerida directamente en el Registro.

«En el departamento de plusvalías contábamos con dos o tres personas especializadas porque son impuestos más complicados, pero ahora nos hemos estancado», lamenta Jurado, consciente de que este tipo de problemas «al final repercuten directamente en los ciudadanos».

Jurado subraya una circunstancia negativa de difícil solución a corto o medio plazo. El ritmo del relevo generacional de los puestos públicos en España no cubre las necesidades y el escenario no invita al optimismo en el futuro inmediato. Los picos de acceso de profesionales a puestos de la administración dieron paso a una tasa de reposición insuficiente que ha dado paso a un grave problema debido a la progresiva acumulación de jubilaciones.

Esta situación afecta «en general» a las áreas de trabajo del Ayuntamiento de Burgos. Sin embargo, el efecto no es el mismo en  todas ellas. «Todas tienen problemas de personal, pero en las secciones de atención al público se nota más», indica Jurado. 

Ante esta circunstancia solo queda contratar, una solución que requiere medios, organización y tiempo. «Hay que aprobar las ofertas de empleo público, sacar las convocatorias, hacer los exámenes... no es algo que se solucione de la noche a la mañana y nos ha pillado el toro. No solo pasa en Burgos, es algo general en España», matiza.

En el caso particular de la Oficina de Atención al Contribuyente (BAC), Jurado avanza que ya ha solicitado que se cubran esas plazas necesarias. «Me consta que están en ello, pero la contratación en la administración es más  complicada que en una empresa privada. Se deben completar unos procesos de selección que no son inmediatos», insiste.

Además, el Ayuntamiento de Burgos se ha encontrado este año con otro problema para capear el temporal. Los planes de empleo de la Junta de Castilla y León sirvieron para sostener de alguna manera esta falta de personal en los últimos tiempos, un parche que hacía de muleta. Estas políticas servían para reforzar las plantillas, pero el retraso de las nuevas convocatorias ha dejado al descubierto esta compleja situación.

Todo ello, en plena adaptación de los ciudadanos a la tramitación on-line. La oficina virtual permite aligerar parte de la carga de trabajo y acelerar algunas gestiones, aunque esta herramienta tampoco cubre las necesidades diarias de los contribuyentes.