En busca del Trankimazin

GADEA G. UBIERNA
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El desabastecimiento de cajas de liberación lenta de 1 miligramo de este fármaco contra la ansiedad obliga al paciente a vagar por las farmacias. En 2019 se recetaron 287.407 envases de ansiolíticos

En busca del Trankimazin - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

No hay quien ponga fecha al fin del problema de suministro del Trankimazin Retard de 1 miligramo, uno de los fármacos contra la ansiedad más recetado en el mundo porque su principio activo se libera poco a poco a lo largo de doce horas. No hay otro ansiolítico en el mercado con el mismo efecto, por lo que los consumidores llevan semanas deambulando de una farmacia a otra en busca de, al menos, una caja. Pero el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Miguel López de Abechuco, confirma que la búsqueda, hoy por hoy, es infructuosa. «Durante el confinamiento hemos tenido, pero ahora no. Y es un tema que se nos escapa, porque el fabricante es un laboratorio americano -Pfizer- y, cuando llega a España, se distribuye», dice, recomendando a los usuarios que vayan al médico para que les prepare una nueva pauta con otras alternativas. «Tienen que ajustarles dosis».

El consumo de ansiolíticos se mantiene bastante estable a lo largo de los años, aunque en 2019 hubo un ligero incremento de envases recetados por Sacyl: 287.407 cajas, que suponen un 4% más que diez años antes. El gasto de la sanidad pública en estos calmantes, en cambio, ha bajado más de un 27% en ese período (en 2009 se invirtieron 758.879 euros, frente a los 552.440 del año pasado).

La teoría recomienda no prescribir este tipo de fármacos durante períodos que excedan a los dos o tres meses, porque generan adicción y a partir de ese plazo es más difícil dejarlos. El preparado que lleva semanas escaseando es -junto con la caja de 0,5 miligramos- uno de los que suelen emplearse para iniciar la deshabituación.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)