Alfombras, halcones y bombas copan las exportaciones a Catar

G. ARCE
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Catar, el país con la renta per cápita más alta del mundo y con una de las mayores reservas de gas del planeta, ocupa un puesto discreto entre los clientes de la mayoría de las empresas burgalesas

La fabricación local de alfombras y moquetas se destina a cubrir los suelos de los grandes hoteles del emirato árabe. - Foto: Jesús J. Matías

Cientos y cientos de metros cuadrados de pasillos, salones y habitaciones de hoteles cubiertos de moquetas y alfombras, hasta sumar un pedido de casi 4 millones de euros en los últimos tres años, sobre todo durante el actual. Una parte de los 1,7 millones de visitantes que espera Catar en los próximos días pisarán un equipamiento elaborado por un fabricante burgalés, que tiene al país organizador del Mundial en su lista internacional de clientes.

Las alfombras son hegemónicas en la balanza comercial local de 2022 con los cataríes, muy pequeña en volumen (2,7 millones hasta septiembre en exportaciones) pese a tratarse del país con la renta per cápita del mundo y con capacidad para comprar donde, cuando y lo que le plazca con sus recursos petrolíferos y gasísticos. De hecho, se han gastado más de 300.000 millones de euros en la organización de la cita futbolística de estos días.

En lo que va de año (hasta septiembre) han destinado 2,4 millones para cubrir los suelos de los hoteles, lo que le posiciona en el tercer puesto de compradores de alfombras (de lana o de pelo fino) de Burgos tras los Estados Unidos (14,4 millones en los últimos años) y Reino Unido (4,3 millones). 

Muchos de los halcones que compran los cataríes nacen, se crían y se exportan desde Burgos. Muchos de los halcones que compran los cataríes nacen, se crían y se exportan desde Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Son productos, puntualizan desde el fabricante, que no solo se diseñan para la hostelería [Catar ha construido más de 30.000 habitaciones con vistas al Mundial] sino también para establecimientos como casinos, salas de cine e incluso cruceros, entre otros destinos.

Los 300.000 euros restantes de las exportaciones realizadas hasta agosto se reparten entre varias partidas de escasa cuantía, entre las que se mezcla el buen vivir que se presupone a este cliente tan pudiente y las necesidades básicas.

Entre las primeras, están la cosmética, las telas y más equipamiento del hogar (muebles, lámparas, sillas...). Entre los productos básicos destacan los neumáticos y la maquinaria de diferentes tipos.

¿Y qué ocurre con la partida de los animales vivos?

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