Más agua pero sin atisbo de nieve

I.E.
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Los vientos del oeste traerán más lluvias el fin de semana y la previsión de frío invernal se retrasa hasta, como muy pronto, la tercera semana de enero

Nieve el pasado mes de abril desde el mirador del Castillo. - Foto: Patricia

La nieve hizo acto de presencia en Burgos capital la mañana del 3 de diciembre pero de forma meramente testimonial, con la caída de unos copos tímidos, que, por supuesto, no cuajaron y en seguida se convirtieron en agua. Pues bien, es ya enero y las previsiones a corto plazo no anuncian nevadas -ni leves ni copiosas- en los próximos días. El experto en meteorología del Grupo Promecal, Daniel Angulo, considera que si la nieve llega este invierno a la meseta «no será hasta pasado San Antón (17 de enero)», es decir la tercera semana de este mes, que es «cuando suelen llegar las olas de frío de verdad» a la provincia.  

Entre finales de enero y principios de febrero «es cuando llega el frío intenso a Burgos» y «pueden ser las fechas en que nieve en la capital y los alrededores», pero «no se pueden hacer pronósticos a largo plazo».

De lo que está seguro Daniel Angulo es de que en las próximas dos semanas no nevará en la ciudad, sí por encima de los 1.700 metros, en las cimas de los techos de la provincia, los picos San Millán y Mencilla. 

Eso sí, el fin de semana empezarán a entrar en territorio burgalés vientos del oeste que «traerán consigo lluvias», más abundantes que las que cayeron en el mes de diciembre. Y es que esas precipitaciones «vinieron acompañadas por vientos del sur, que suelen dejar las nubes por debajo del sistema central, de manera que descargan agua sobre todo en la mitad sur de la península». Con esas lluvias las temperaturas también irán en ascenso y se situarán entre los 5, las mínimas, y 12 las máximas.

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