Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Condenados a entenderse

19/08/2022

Las divergencias, polémicas y encontronazos entre la Federación Provincial de Hostelería y el Ayuntamiento de Burgos no son de ayer ni deben sumarse solo al haber del bipartito gobernante en el Consistorio y, en especial, al del vicealcalde y además presidente de Promueve, Vicente Marañón. En este diálogo de sordos deben repartirse responsabilidades. Las más caen del lado del excelentísimo, pero algunas también del colectivo hostelero burgalés, que no siempre ha estado dispuesto y abierto al acuerdo y al consenso para responder no solo al legítimo beneficio propio sino también al interés general o, mismamente, contribuir en la parte alícuota a la promoción turística y de la imagen de la ciudad.

No es de recibo, por supuesto, que el equipo de gobierno municipal, intente hacer que los hosteleros comulguen con ruedas de molino y digan amén a esa política de imprevisión, improvisación y de hechos consumados a la que nos tienen acostumbrados en este y otros negociados, pero a veces se echa de menos que desde esa entidad federativa se deje a un lado esta mentalidad de eternos subsidiados y no fíen todas sus actividades para atraer visitantes a las subvenciones y actividades municipales. Se han hecho algunos esfuerzos, ciertamente, pero en la parte que le corresponda debe asumir mayores compromisos y esfuerzos económicos en las iniciativas festeras y promocionales de Burgos.

Los zarpazos de la pandemia, de la crisis y de la desbocada inflación han hecho mella en el sector hostelero, pero eso no puede ser disculpa para pretender que sigan siendo las arcas públicas las que en la mayoría de las ocasiones asuman en solitario los costes. Sobre todo, teniendo en cuenta que son los hosteleros y el comercio, en general, los principales beneficiados de esas actividades promocionales.

Burgos necesita con urgencia, efectivamente, una nueva política de promoción turística y esa, sin duda, debe salir de la iniciativa pública y también de la privada. Por eso es necesario huir de estériles protagonismos, recomponer puentes y consensos y, sobre todo, sumar esfuerzos y sinergias para que la ciudad no pierda fuelle ni atractivo. Mimbres hay y muchos.?