Un chapuzón de felicidad en blanco y negro

R.E.M
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Los burgaleses salen a la calle para celebrar el ascenso y muchos no dudan en darse un baño en la fuente de los Delfines. Noche para el recuerdo entre cánticos, bengalas y fuegos artificiales

Miles de aficionados celebraron el ascenso en la fuente de los delfines. - Foto: Christian castrillo

El Burgos es de Segunda División y sus aficionados demuestran en las calles las ganas que había de conseguir el sueño. Y, como no podía ser de otra forma, la fuente de los Delfines se convirtió en el foco principal de la celebración. Cánticos, bengalas, fuegos artificiales...y ni siquiera faltaron los chapuzones para festejarlo. Un baño de felicidad en blanco y negro que había ganas de darse después de 20 años de espera y sin salir del pozo.

El sufrimiento se vivió durante toda la tarde en los bares de la ciudad. Sudor y alguna que otra lágrima no faltaron. Pero todo se desató con el gol de Saúl Berjón en el minuto 107. Abrazos, saltos y alegría. Pero no todo estaba hecho. Quedaban unos agónicos minutos finales, pero el Burgos estaba rozando ya el fútbol profesional. Y tras cumplirse los 120 minutos estalló todo. Una misma emoción, un mismo sentimiento, un mismo destino.

Los coches pitando por cada una de las calles se multiplicaron al instante, así como las personas que poco a poco se iban acercando hasta los alrededores de la plaza España. Cubata o cerveza en mano y rápidamente hacia allí para no perderse nada. ¡Todos a los Delfines! Había llegado el momento de celebrar y disfrutar todos juntos de un momento histórico, la noche era joven.

(Más información sobre la celebración y las fotos de la fiesta del burgalesismo en la edición impresa de Diario de Burgos)