Triunfo para el burgalés Daniel Arce y la gerundense Esther Guerrero en la vuelta a la actividad de la veterana Milla Urbana de Aranda de Duero. Victoria de campanillas para ambos atletas en una tarde muy calurosa a orillas del Duero, pero en la que el público no dejó de congregarse por centenares en los márgenes del circuito ribereño para animar efusivamente y sin distinción a todos y cada uno de los corredores a su paso. También a las categorías inferiores; plato previo a las dos citas estrella del día, y que sirvieron para amenizar la jornada sabatina con la demostración de que, tras la irrupción en su día de los Higuero, Antón (presente como espectadora), Pardilla o Arranz entre otras figuras salidas de la cantera local, el atletismo de la zona y de la provincia por extensión, goza de muy buena salud.

Lo vino a demostrar en su carrera el capitalino Daniel Arce. A base de casta y de un cambio de ritmo final con el que conseguía superar a Mohamed Attaoui en la recta de meta (el del Atletismo Torrelavega se había escapado en el segundo giro al circuito), y que servía para poner la guinda a unos entrenamientos del cidiano que, en zona de recuperación, relataba, «este año están siendo muy buenos». 
Al tanto de «conseguir mejores tiempos» que otras veces a estas alturas y que le están sirviendo para preparar un año por el que quiere apostar «fuerte», con el objetivo de «estar en el Campeonato del Mundo en los puestos de finalista».

Eso, y estar en el Europeo al aire libre para «poder luchar con todo como hacía Higuero». Objetivo ambicioso al que el burgalés buscaba llegar tras imponerse en Aranda por ser la capital ribereña «muy importante para mí ya que también es mi tierra y mi casa», pero «dosificando» esfuerzos, eso sí, y «sin olvidarse a la vez de «los otros objetivos» planificados.

Como otros objetivos particulares (en este caso alcanzar con garantías el próximo Nacional que se disputará en junio), tenía también en la cabeza la atleta catalana Esther Guerrero tras imponerse por primera vez, y en su debut a orillas del Duero, a las corredoras Naima Ait Alibou y Zoya Naumov. «Estoy muy contenta porque, tras romperme en febrero, sólo llevo cuatro semanas trabajando y cada día me veo con más progresión», señalaba feliz por las sensaciones vividas en Aranda, pero también, «por lo bien que he planteado la carrera».