En 2021 se vendieron la mitad de vehículos nuevos que en 2018 y las 3.598 matriculaciones con las que se cerró el ejercicio son 420 menos que en el año de la pandemia, lo que supone un 10,45% de descenso. Pero la enorme incertidumbre que atraviesa este sector está teniendo un reflejo positivo en la actividad de los talleres de reparación, que reconocen estar «a tope» de trabajo gracias a los muchos conductores que -literalmente- se encuentran en el limbo entre cambiar de coche o mantener el actual hasta ver la evolución de la nueva movilidad eléctrica.
Los talleres de reparación y mantenimiento de vehículos facturaron casi 12.300 millones de euros en 2021, un 21% más que en el año de la pandemia y una cifra ligeramente inferior (-2,7%) a los registros prepandemia (2019). Son datos nacionales, facilitados por la Federación de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa), extrapolables -en su proporción- a nivel provincial.
Adeabur, que agrupa a parte de los 400 talleres operativos en Burgos, reconoce que «casi» se han alcanzado los niveles de trabajo prepandémicos y que 2020, 2021 y las primeras semanas de 2022 «han funcionado mejor de lo que esperábamos».
Una encuesta realizada por la patronal burgalesa confirma que el 83% de los talleres han crecido o mantenido su actividad con respecto a 2019. La mitad sitúa el aumento de su negocio entre el 0,1% y el 3%, aunque un 21% de los consultados baraja más de un 10% de aumento y un 14% lo sitúa entre el 6% y el 10%, porcentajes significativos en todos los casos.
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