Evaristo Arzalluz

Plaza Mayor

Evaristo Arzalluz


Carta a los Reyes

05/01/2023

Tienes fe, pero quizá no eres capaz de razonarla cuando te la cuestionas o te la cuestionan. Te amilanas cuando alguien ridiculiza tu fe. Piensas que la fe y la razón son campos independientes, que no tienen conexión entre sí, como el agua y el aceite. Rezas, sí, pero quizá solo por si acaso, porque te acercas al final. Aprecias la cultura en la que creciste, pero ves que se derrumba a tu alrededor y no sabes qué hacer para preservarla. Ni siquiera tienes claro que haya que hacerlo. No has sido capaz de transmitirla ni siquiera a tus hijos, que te miran con condescendencia. Te has rendido. Tu fe es la del carbonero, no es una piedad ilustrada. Has renunciado a entender lo que crees.

Él no. Él siempre tuvo fe en la razón. Y por eso fue capaz de razonar la fe. Y se prestó a debatir con cualquiera que se atreviera, con filósofos o científicos de fama.

Siendo joven se enfrentó intelectualmente a los obispos y peritos italianos inmovilistas que escribieron los borradores del Concilio Vaticano II para que no hubiera cambios. Y ganó. Después, en su madurez, se enfrentó a los que querían manipular el Concilio, haciéndole decir lo que no había dicho. Pero esta vez perdió.

Los que ganaron impusieron su voluntad. Utilizaron sin escrúpulos la propaganda para desacreditarle. Se burlaron de él sin piedad. Y extendieron sus nuevos dogmas por todo el mundo. Hoy asistimos a la dictadura del relativismo, del pensamiento único. No se puede razonar, solo acatar y asentir.

Perdió, pero dejó un tesoro fabuloso: sus escritos. Debemos leerlos, coleccionarlos, y divulgarlos. Es un deber para con nosotros mismos, para con nuestros hermanos en la fe, y para los que no tienen fe pero quieren vivir en un mundo libre y verdaderamente progresista. Es un deber para con nuestra civilización, que se tambalea porque no tiene recursos morales, y no los tiene porque no tiene recursos intelectuales.

En la carta a los Reyes, pide un libro de Ratzinger.