Vecinos del barrio arandino de Santa Catalina han denunciado públicamente un nuevo intento de okupación en una vivienda vacía en el número 9 de la calle Rinconada. 

Los hechos sucedieron el lunes. Los vecinos se percataron de que un grupo de intrusos levantó la persiana de la casa, rompió los cristales y entró. Fue entonces cuando los propios residentes empezaron a armar "cierto alboroto", que terminó con la huida de los okupas, según explica el presidente de la asociación vecinal, Antonio Adeliño, quien considera que "desistieron por el jaleo. Si nadie hubiera dicho nada, se habrían quedado dentro de la vivienda". 

Los vecinos de esta manzana de casas bajas pareadas, que procedieron a avisar a la Policía Local, lamentan "el deterioro y abandono de la vivienda asaltada, dada la poca seguridad que ofrece una puerta vieja cerrada con dos candados sujetos con alcayatas redondas y demasiado frágiles". Tampoco les genera seguridad el hecho de que desde el patio interior se puede acceder al resto de viviendas, al estar delimitadas por tapias pareadas de solo dos metros de altura. 

Ante esta situación han procedido a presentar una queja a través de la asociación de vecinos de Santa Catalina para que desde el Ayuntamiento se inste al propietario de la citada vivienda a que arregle los desperfectos visibles y evite daños a terceros como humedades o nuevos intentos de okupación. 

Estos hechos se suman a los que se produjeron a mediados de noviembre, cuando una familia okupó una vivienda en la calle Hontanar, sin que los habitantes de esas casas unifamiliares se percatasen del momento en el que se metieron dentro.