Con los delitos informáticos en pleno auge, pocas empresas se han librado de ciberataques con impactos de diferente magnitud sobre sus producciones. El catálogo de amenazas de los 'hackers' es extenso y la pandemia ha dejado claro que aún hace falta seguridad. En la Comisaría Provincial no han parado de recibir denuncias en los últimos años y el grupo especializado ha tenido que reforzarse para intentar perseguir a los piratas. Clave para darles caza ha sido la colaboración con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y con las autoridades de otros países. Básicamente porque la mayoría de los virus proceden del extranjero. 

Probablemente el ataque que más se ha incrementado en los últimos años, y desde luego el más dañino para las empresas, es el llamado 'ransomware'. Según explica el jefe de delitos informáticos de Burgos, Antonio Salguero, los delincuentes acceden al sistema «con correos masivos», de tal manera que un trabajador se descarga de manera inconsciente un archivo malicioso que 'piratea' los discos duros. «Cifran toda la información y piden un rescate. Principalmente piden una importante suma de dinero para poder recuperar todo el contenido, que en muchas ocasiones es sensible», añade.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)