Llegó a esta historia a través de un reportaje de Diario de Burgos. El periódico contaba que los trabajos de exhumación de la fosa común de La Pedraja habían rescatado del olvido la figura de Antoni Benaiges, un maestro catalán que dio clases en Bañuelos de Bureba durante dos cursos y al que se le perdió la pista en julio de 1936, tras el golpe de Estado. A los pies de la fosa, un antiguo alumno habló del maestro que les iba a llevar a ver el mar aquel verano del 36 y que utilizaba una metodología pedagógica basada en la participación de los estudiantes y en el uso de la imprenta. Su historia la rescató en el documental El retratista el fotógrafo Sergi Bernal, que ha dedicado varios años a investigar su figura. Y a él se dirigió Javier Martínez Sancho, dibujante y profesor jubilado, cuando decidió recordar a su colega por medio de la novela gráfica La promesa (Blume).
Los dos firman el libro que Martínez Sancho ha tardado varios años en dibujar. «Me atrajo la triste poética de que por llevar a sus alumnos a ver el mar, se quedó en julio en el pueblo concretando los detalles del viaje, con la mala suerte de que ese mes se produjo el golpe de Estado y se lo llevaron por delante», resume el autor de los cómic Poema del mío Cid y 800 años con la catedral de Burgos.
La idea era hacer una biografía y contar cómo lo que estaba pasando en España en ese momento influyó en la vida de las personas. Y lo que tuve claro desde que vi los cuadernillos que realizaron los alumnos, es que los narradores iban a ser ellos», afirma al recordar que ha echado mano también de esas historias que dejaron escritas. «Esos cuadernos son un material muy novelesco -apunta quien ha ejercido como maestro en varios pueblos de la provincia y en la capital-. Como el episodio cuando llega la Guardia Civil a comprobar los métodos del maestro (porque le mandaban todo tipo de inspecciones) y entre las chiquilladas, unos ríen porque se hacen bromas y otros lloran asustados».
En sus 130 páginas, La promesa relata la vida de Benaiges desde antes de llegar a Bañuelos. A través de los colores intercala los recuerdos del maestro con la narración de los niños y el cambio que vive el país, a punto de entrar en una guerra. Bocetado a mano y coloreado digitalmente, los tonos más oscuros distinguen la vida rural, mientras que lo relacionado con Briviesca o la II República es más colorido.
El cómic se presenta el 2 de diciembre en Burgos y el 3 en Briviesca, y se vende con un facsímil del cuaderno Sueños. La edición de estos 1.500 ejemplares coincide con el rodaje de la película que se estrenará en 2023.