Miranda recibe turismo «de paso» porque su «potencial» no luce

ARSENIO BESGA
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Hoteles, comercios, asociaciones y restaurantes creen que la ciudad se articula como un punto desde el que moverse por «el norte». Reclaman fomentar el entorno natural, el arte, los monumentos y la gastronomía, entre otros aspectos

Miranda recibe turismo «de paso» porque su «potencial» no luce - Foto: A.B.

A diferencia de lo que ocurre en otras localidades del entorno de Miranda, como Burgos y Vitoria o, incluso, Haro y Aranda de Duero, la ciudad del Ebro no atrae a los turistas. Eso sí, algunas personas se hospedan en el municipio, aunque solo están «de paso». Al menos, así lo perciben desde sectores tan diversos como los hoteles, comercios, asociaciones culturales, bares y restaurantes. Según describe la directora del Hotel Tudanca, Beatriz Cardero, «somos como la sede y desde aquí hacen excursiones, visitan el norte». Por tanto, rara vez la estancias se traducen en un impacto económico de gran calado. Y el motivo, conforme expresan en estos ámbitos, viene dado porque «no sabemos aprovechar nuestro potencial».

«Una tarde les suelen poner el día libre como para visitar Miranda, pero no es un turismo como para visitar Miranda, sino más los alrededores y otras ciudades como Vitoria, Logroño, Bilbao o Santander», resume Cardero. Su visión se confirma al observar los datos de la Oficina de Turismo, donde en 6 meses se han registrado apenas 312 visitas de personas de fuera del municipio. Ante semejante diagnóstico, surgen muchas propuestas que podrían dar un giro a la situación. Entre la diversidad de ideas, destacan el fomento de los entornos naturales, de la gastronomía y, sobre todo, del arte que llena las calles.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Hosteleros, Pepe Rey, cree que «no hay oferta más allá del Jardín Botánico y el Castillo, porque no sabemos aprovechar los recursos que tiene Miranda». De hecho, en el CIMA se han registrado más de 6.700 visitas solo en 2022, algo que contrasta con el número de viajeros que han acudido a la Oficina de Turismo para conocer qué pueden ver en el municipio. «Se podía hacer mucho más de cara a vender la ciudad para quien viene a pernoctar», opina Rey. Desde su punto de vista, elementos como una gastronomía «referente», la ciudad romana de Deóbriga, el Casco Viejo, los «mejores murales del mundo», las iglesias románicas o las «rutas de senderismo» podrían alzarse como pilares para crear un catálogo interesante. Sin embargo, ve que «no se está haciendo nada» y «eso da pena».

En la Asociación Amigos del Castillo hacen una lectura semejante, aunque centran su visión en el ámbito histórico. Según explica Jesús Ángel Visa, presidente del colectivo, el turismo en Miranda «es un derroche de oportunidades», porque el Ayuntamiento «no interviene» como debería. Visa ejemplifica la situación con la Casa de las Cadenas, un lugar «clave» en la guerra de la independencia, por donde pasó Napoleón, pero que está olvidado. «Es una barbaridad que no se haga ningún esfuerzo por conseguirla, porque representaría un interés inmediato», sentencia.

Asimismo, en Amigos del Castillo piden explorar alternativas reales y sencillas. Por ejemplo, los ríos, el ferrocarril o los complejos «industriales históricos» tienen la capacidad de atraer y fijar a los turistas, al menos, durante varios días, según creen. Con todo, no olvidan que «estamos haciendo grandes inversiones en infraestructuras y calles, pero un administrador debe plantearse que las inversiones deben hacerse también en activos que generan más inversiones».

Unido a ello, prácticamente todos los ámbitos relacionados con este sector, están de acuerdo en que falta «información». «Se necesita un estudio potente y darle la relevancia que merece al venderlo», remarca Pepe Rey. Precisamente, el presidente de la Asociación de Hosteleros comparte su visión con el colectivo de los comerciantes en varios aspectos. Fernando Zatón, representante de las tiendas y pequeños negocios mirandeses, cree como Rey que «para que hubiera más turismo, sería fabuloso potenciar el comercio y la hostelería». «El turismo muchas veces se mueve por el comercio y la hostelería», recalca el presidente de la Asociación de Comercio.

Pese a todo, Zatón reconoce que, históricamente, Miranda «no es turística». Eso sí, comenta que tampoco debe analizarse la situación desde el prisma de grandes urbes. «Aquí siempre nos comparamos con ciudades 10 veces más grandes y parece que no tenemos nada, pero debemos mirar otros sitios donde viven 30.000 personas y es diferente», opina, aunque al mismo tiempo asegura que lugares como Aranda de Duero tienen un gen especial y, por ende, captan a muchos foráneos.

DIVERSIFICAR LA ECONOMÍA. El sector servicios genera una riqueza imprescindible en España. Dentro de él, el turismo ocupa un escalafón muy elevado, pero en la ciudad del Ebro parece no tenerse en cuenta, según observan en la Asociación Amigos del Castillo. Su presidente, Jesús Ángel Visa argumenta que «el Ayuntamiento está centrado en otras cosas, que no tiene que dejar de lado, pero este es un ámbito que diversificaría la economía de Miranda». Desde su perspectiva, cree que le «vendría bien», sobre todo, «viendo lo que ocurrió en el sector industrial» a partir del año 2008. En definitiva, desde este colectivo insisten en que debe apreciarse el «potencial» y apostar por él. «Si alguno tiene dudas, que recuerde que el Castillo empezó siendo un proyecto de locos», concluye Visa.